Iñaki urdangarin sale de Vitoria hacia la prisión de Brieva acompañado de la infanta Cristina
Ya ha finalizado el permiso de cuatro días para pasar la Navidad junto a su familia
El primer permiso penitenciario de Iñaki Urdangarin ya llega a su fin, por lo que esta mañana abandonaba el domicilio de su familia en Vitoria rumbo a la prisión abulense de Brieva. Lo hacía acompañado de la infanta Cristina, que conducía el vehículo, con gesto serio. A su lado, su esposo, con un chaleco oscuro, dice adiós a cuatro días que ha aprovechado al máximo junto a sus seres queridos.
Su permiso comenzó el pasado martes, después de cumplir con sus obligaciones en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde realiza dos veces por semana labores de voluntariado. Llegaba a la capital alavesa con su mujer y sus cuatro hijos justo a tiempo para pasar la Nochebuena en familia. El día de Navidad le pudimos ver, arropado por los suyos, disfrutando del sol que bañaba la ciudad para ir a Misa en un paseo lleno de muestras de cariño y complicidad entre él y la infanta. Su madre, Claire Liebaert, que hace unos días confesaba su felicidad por contar en estas fechas con su hijo, tampoco se separó ni de él ni de sus nietos.
Además de acudir a la iglesia, la familia tuvo tiempo de entrar en una cafetería, un local con terraza que estaba bastante lleno esa soleada mañana para tomar un aperitivo antes de disfrutar de la tradicional comida de Navidad. Al oscurecer, la familia salía de nuevo, exprimiendo hasta el último segundo de los cuatro días de permiso que ha disfrutado.
La pasada Navidad fue la primera que pasó en prisión, pero en esta ocasión, al haber cumplido ya un cuarto de la condena solicitó un permiso de siete días, aunque finalmente le han aprobado un máximo de cuatro días fuera de prisión. El yerno del rey Juan Carlos ha sido condenado a 5 años y 10 meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias en el marco del mediático 'caso Nóos' y hasta que no cumpla la mitad de su pena no se podría plantear el tercer grado (llevar una vida en semilibertad), algo que se calcula a partir del segundo trimestre de 2021.