Alba Carrillo y Santi Burgoa, un amor viento en popa frente a los rumores

La colaboradora ultimó sus compras navideñas este fin de semana y horas después fue al encuentro de su pareja

por Gtresonline

La participación de Alba Carrillo en la séptima edición de Gran Hermano VIP no solo ha servido para que la audiencia la conozca en profundidad, sino también para que confirme, sin temor alguno, su relación sentimental con Santi Burgoa. Dentro de los muros de la casa más famosa de la televisión desveló cómo fueron los inicios del romance y el periodista incluso le envió un mensaje de amor con el que le dejó clara su intención de un futuro en común. Sin embargo, algunos rumores señalaron a una posible deslealtad por parte de él. Ahora y tras tres meses separados, la pareja se encuentra en su mejor momento.

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A pesar de que sus encuentros están cargados de discreción, tanto compañeros de profesión como paparazzi han logrado captarles. Después de que en Ya es mediodía, programa en el que los dos colaboran, dijeran que "Alba no había pegado ojo tras la gala y Santi estaba con ella", han visto la luz imágenes de ambos que revelan sus últimos pasos. Concretamente, los dados este domingo.

Tras reencontrarse con su hijo y con su madre, Lucía Pariente, Alba Carillo se fue de compras navideñas. Un plan alternativo en el que se la pudo ver relajada y poco después, se dirigió a su encuentro con Santi. La ex de Feliciano López fue a casa de Burgoa, lugar en el que pasó la noche junto a él y donde fue fotografiada a su salida. Con el mismo look que había lucido el día anterior, la modelo apostó por un outfit casual y, sobre todo, por una sonrisa perpetua. Hablando por el móvil y sin dejar de carcajear, la colaboradora de televisión parece encontrarse muy feliz junto a Santi. "Me ha cambiado la vida", llegó a decir en el reality.

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Su semblante es la mayor prueba de que está exactamente en el lugar que quiere estar, a pesar de que se quedara a las puertas del triunfo de GH VIP. Con un porcentaje muy reñido, Alba fue la segunda finalista y se quedó sin el maletín. Sin embargo, se encuentra satisfecha con las últimas semanas en el concurso. "Gran Hermano me ha enseñado a pedir perdón y a parar antes de hacer daño. Me costó muchísimo entrar aquí. La vida no es tan emocionante fuera de aquí. Esto no es como se ve desde fuera. Ha sido un reto personal grande. Salgo más fuerte y con más seguridad en mí misma (…) Esto pasará a ser una parte importante de mi vida", confesó ante las cámaras.