En estas fechas tan especiales del año, todo el mundo vuelve a casa por Navidad. También las celebridades quienes, debido a sus ajetreadas agendas profesionales, se ven obligados a pasar largas temporadas lejos de su hogar. Es el caso de Nicole Kidman, actriz australiana que divide su tiempo entre Los Ángeles y su país natal. No obstante, la protagonista de Moulin Rouge regresa a su tierra siempre que tiene ocasión, con más motivo, si es para celebrar la Nochebuena. Muy sonriente y en compañía de su marido, Keith Urban, se dejaba ver nada más aterrizar en el aeropuerto de Sídney tras un largo vuelo transoceánico donde la esperaba una sorpresa completamente inesperada, el reencuentro con su gran amigo y compatriota Russell Crowe.
"Nunca sabes con quién te encontrarás en tu camino a casa para Navidad. 30 años de amistad... y contando", escribía junto a la imagen que inmortalizó el momento. Una bonita instantánea que da fe de la buena sintonía existente entre ambos. Al parecer, el popular intérprete de Gladiator también se encontraba en tránsito y no quiso perder la oportunidad de fotografiarse junto a Nicole en un escenario tan peculiar. Por su parte, el actor de 55 años también quiso hacerse eco de esta increíble coincidencia ante sus miles de seguidores: "Hola @qantas, gracias por llevarme a casa a tiempo por Navidad lejos de la locura que es el aeropuerto de Los Ángeles, y gracias por el puro regalo de sentarme junto a una de mis personas favoritas en el universo". Sin duda, un bonito mensaje con el que describe el viaje que tuvieron el gusto de compartir.
A pesar de ser grandes amigos y dos de los actores australianos más reconocidos a nivel internacional (ambos cuentan con un premio Oscar en su haber), Russell Crowe y Nicole Kidman solo han coincidido una vez en la gran pantalla. Ocurrió en 2018 en la película Identidad borrada, en la que dan vida a un matrimonio conservador que presiona a su hijo homosexual para que asista a un programa de terapia de conversión.
Pero Crowe no es la única estrella australiana con la que la protagonista de la serie Big little lies mantiene una excelente relación. Además, también es una gran amiga del matrimonio formado por Hugh Jackman y Deborra-Lee Furnes, de la actriz Naomi Watts y de Simon Baker y Rebecca Rigg, de cuyo hijo Harry, es además su madrina.