Su recuperación avanza de maravilla y no hay más que ver las imágenes para darse cuenta de ello. Gonzalo Caballero ha vuelto a coger el capote para ponerse a entrenar, tras la grave cogida que sufrió el pasado mes de octubre y que le obligó a pasar dos veces por quirófano. Junto a un breve clip en el que se le ve haciendo algunos pases, el diestro explica que ha vuelto ya a dedicarse a su pasión, un regreso que llega antes de lo que habían estimado los médicos. “Nos daban cinco meses para volver a entrenar; dos meses y medio después, de nuevo, siento en mis manos la muleta” comienza el mensaje. Continúa dando las gracias a quienes han estado a su lado de manera incondicional, apoyándole en este complicado camino. “Solo siento gratitud hacia todos aquellos que directa, o indirectamente, lo habéis logrado conmigo. La ilusión y el corazón llevan al ser humano donde la razón no alcanza”.
Esta publicación ha recibido un buen número de mensajes llenos de cariño de sus seguidores, en los que reconocen su fuerza y valentía para enfrentarse a esta situación. “Hubo ocho o nueve minutos en los que me dieron por perdido” dijo Gonzalo en las páginas de la revista ¡HOLA! sobre la terrible cogida. “Cuando me trasladaban al hospital, de repente la ambulancia se paró. Tenía cuatro de tensión. La situación fue terrible, porque no sabían si regresar a la enfermería o ir hacia el hospital” recordó. Además, el torero madrileño también cuenta lo que sintió al abrir los ojos después de dos días en la UCI: "Cuando me despierto y me veo intubado, pienso: ‘¿Pero qué ha pasado?’. En ese momento recordaba la sensación de asumir que iba a morir y pienso: ‘Bueno, por lo menos estoy vivo’".
Fue el pasado 12 de octubre cuando Gonzalo Caballero llegó con pronóstico crítico al Hospital San Francisco de Asís, tras la grave cogida que sufrió en Las Ventas. Ese día volvió a nacer. "Me he dado cuenta de que la vida es caerse y levantarse, seguir con la cabeza alta y luchar por lo que uno sueña" dijo tras recibir el alta. El torero, que permaneció más de diez días en la UCI del hospital San Francisco de Asís, fue operado en dos ocasiones y estuvo arropado en todo momento por su familia y amigos, que no se separaron de él.