Se podría decir que Alba Carrillo es toda una experta en materia de realities. Tras su paso por Supermodelo –programa donde se dio a conocer en 2007- y ser finalista de Supervivientes 2017, la maniquí se ha metido en la final de GH VIP 7 por méritos propios. Era uno de los nombres más conocidos de esta edición y sonaba con fuerza desde el principio para hacerse con la victoria, lo que, sin duda, podría poner el broche de oro a estos intensos tres meses de convivencia en los que ha tenido muchos altibajos. Su concurso comenzó marcado por su enemistad con Antonio David Flores -exmarido de su amiga Rocío Carrasco- y Hugo Castejón, con quienes protagonizó sonoros enfrentamientos que la llevaron al borde del abandono en numerosas ocasiones. Nominada en incontables ocasiones, la colaboradora de Ya es mediodía siempre ha contado con el favor de la audiencia, aunque la montaña rusa de emociones en la que se ha visto inmersa le ha jugado más de una mala pasada en estos casi 100 días de encierro.
Su momento más crítico tuvo lugar cuando cargó duramente contra la organización y todo el equipo del programa, algo que Jorge Javier Vázquez no estuvo dispuesto a tolerar: "Hasta aquí hemos llegado. No puedes hablar de esa manera de la gente que hace este programa. Si tienes un problema y estás a disgusto, ten la decencia de irte y paga la penalización. Te pido que pidas perdón públicamente. Tienes la puerta abierta". Unas duras palabras que la hicieron recapacitar acerca de su comportamiento y que supusieron un antes y un después en su actitud.
Desde entonces, Alba experimentó todo un resurgir y mostró su mejor cara. Mucho más participativa y afable, sus confesiones sobre su vida sentimental han supuesto un capítulo aparte en su concurso. Los nombres de Fonsi Nieto, Feliciano López y Thibaut Courtois han salido a relucir, para bien o para mal, muchas veces. Pero, sin duda, ha sido su actual pareja, Santi Burgoa, quien ha acaparado por completo la mente de la madrileña durante estos meses. A los pocos días de su estancia en Guadalix de la Sierra, ya se declaraba "loca de amor" por el periodista, por lo que no tenía intención de 'abrir ninguna carpeta' con sus compañeros. No obstante, a tenor de los acontecimientos, en alguna ocasión manifestó su temor de que no estuviera cuando saliera. Unas dudas que se disiparon por completo hace muy poco cuando por fin recibió un precioso mensaje de amor de su chico y pudo respirar tranquila: "No sabes lo importante que es que me espere porque he pasado un miedo atroz. A veces soy difícil, ya lo habéis visto. No me puedo creer que haya hecho esto por mí".
Su clasificación directa para la final también ha supuesto una auténtica inyección de energía. Tanto es así que, incluso, no tuvo ningún inconveniente en hacer las paces con Jordi González en directo tras años de distanciamiento. Sin embargo, sus últimos enfrentamientos con Mila Ximénez y con el colaborador Miguel Frigentti la volvieron a llevar al límite el pasado domingo, cuando, al borde de las lágrimas, hacía una difícil confesión. "Yo he tenido una depresión. No me he pasado el programa dormida o tumbada, esto me hace mucho daño porque no es así. Me intento reír, pero he estado muy triste, lo sabe la psiquiatra. Tengo muchas cosas que no son de este concurso, han pasado cosas que no puedo explicar". Con este increíble bagaje, Alba Carrillo ha demostrado ser una gran superviviente a lo largo de todos estos meses. ¿Será suficiente para derrotar a Adara y a Mila?