Jorge Javier Vázquez desea con fuerza volver al trabajo tras ser intervenido el pasado 3 de diciembre para para solucionar el estrechamiento que se había producido en uno de los stent que le colocaron la primera vez que pasó por el quirófano. El presentador afronta la final de Gran Hermano VIP con gran ilusión, según ha confesado en la revista Lecturas. Este jueves, Jorge Javier regresará al plató del concurso para conducir una gala en la que Alba Carrillo, Mila Ximénez y Adara Molinero lucharán por llevarse el maletín a casa. "Tengo muchísimas ganas de reencontrarme con mis compañeros, volver a ese plató que me ha dado tantísimas alegrías y despedir una edición que para mí será inolvidable por muchos motivos", ha declarado el catalán, que tiene las emociones a flor de piel a escasas horas de la final.
El 2019 no ha sido un gran año para el presentador, de ahí su última reflexión. "Tengo ganas de que pase de una vez este año porque no me gusta aprender a palos", reveló a todos sus seguidores tras recibir el alta hospitalaria. Además, contó que después de pasar por el quirófano por primera vez, atravesó una situación anímica complicada por lo que decidió acudir a la consulta de un psicólogo. “Me están medicando contra una depresión”, comentó.
Fue el pasado mes de marzo cuando Jorge Javier sufría una aneurisma después de pasar varios días con fuertes dolores de cabeza. Este percance le obligó a frenar en seco, cancelando su función de teatro y sus compromisos televisivos, pero tras algo más de mes y medio de baja, retomó su rutina. Ahora, después de otro parón para ser operado por segunda vez, regresa al trabajo por la puerta grande. Además de presentar la final de Gran Hermano VIP, está estudiando el guion de Desmontando a Séneca, el texto de su próxima función.
Jorge Javier ingresa en el hospital para operarse tras el ictus sufrido el pasado mes de marzo