Se avecinan fechas importantes para Carla Pereyra. Además de tener la Navidad a la vuelta de la esquina, este domingo es su cumpleaños por lo que posiblemente le espera una gran celebración a la altura de la que organizó el año pasado rodeada de los suyos. De momento, en vísperas del gran día la argentina está disfrutando de grandes momentos en familia y, en especial, con su hija Francesca, ya que Valentina aún es demasiado pequeña para incorporarse a ciertos planes, como la tarde de cine que se regalaron madre e hija.
"Por fín podemos ver Frozen 2", escribía Carla sobre una imagen que compartía con sus seguidores en la que aparece triunfal con los brazos abiertos y un gran paquete de palomitas en la mano. Junto a ella, la pequeña Francesca espera ansiosa el momento de disfrutar de la princesa Elsa, mientras abraza con fuerte una muñeca que representa a la protagonista de la película. Tras la sesión de cine, nada mejor que una siesta juntas para digerir las palomitas y las emociones vividas. En una tierna fotografía, la pequeña Francesca acaricia la cabeza su su mamá como si fuera ella la que tratase de dormirla. Este gesto sin duda ha llamado la atención de la esposa de Diego Pablo Simeone que se preguntaba con humor: "¿Quién duerme a quién?" abriendo incluso una encuesta para que voten sus seguidores.
Con fuerzas renovadas, llega el momento de tomar decisiones entre adultos. Su cumpleaños está a la vuelta de la esquina y la modelo se ha reunido con su cuñada Natalia Simeone, café con pastas mediante, para llevar a cabo toda una merienda de 'reflexión'. "Tomando café y decisiones #prebirthday", decía Carla sobre la imagen de la apetecible mesa en la que todo apunta que se estaban poniendo a los mandos de la fiesta con la que celebrará su próximo cumpleaños.
Carla Pereyra y Diego Pablo Simeone están a punto de culminar un año clave en sus vidas. Además de dar la bienvenida a su segunda hija, Valentina, la pareja ha sellado su amor, no una, sino dos veces. En junio, la pareja daba un nuevo paso adelante en su relación y se convertían en marido y mujer mediante una ceremonia civil íntima y sencilla celebrada en Argentina, país que los vio nacer a ambos. Posteriormente, en septiembre, celebraban su gran boda europea en La Toscana, donde les acompañaron sus familiares y amigos más cercanos en una celebración por todo lo alto.