La gran final de GH VIP está a punto de suceder. Jorge Javier Vázquez podrá ejercer de maestro de ceremonias en la gala de despedida del reality, después de haber sido intervenido por una complicación con uno de los stens que le pusieron tras sufrir un pequeño derrame el pasado mes de marzo. Sin embargo, a la organización del concurso aún les quedaban varias bazas por explotar. Después de la gala de las cuentas pendientes, tras la que Gianmarco acabó quedándose a dormir y que tuvo como consecuencia el primer beso entre este y Adara, las madres – e hija, en el caso de Mila Ximénez- de las finalistas, subieron a la casa a darles una sorpresa.
Dándoles el último apoyo, Lucía Pariente, Raquel Salazar, Helena y Alba Santana se reunieron con ellas en una noche decisiva. Durante toda la semana los espectadores de Gran Hermano estuvieron votando a sus concursantes favoritas para ganar la edición. A principio de la noche, los porcentajes ciegos se encontraban en 4,6%, 38,8% 10,7% y 45,9%. Unos datos tras los que se encontraba el nombre de la cuarta finalista. "La audiencia ha decidido que la cuarta finalista de GH VIP 7 sea… Noemí Salazar", anunciaba Jordi González antes de despedir a la participante de los Gypsy Kings, que tuvo que despedirse de su sueño de alzarse con el maletín.
"Mucha fuerza. No os preocupéis. Estoy muy contenta de haber llegado hasta aquí. Agradezco a la audiencia las veces que me ha salvado. Gracias por estos tres meses. Ahora me voy con mi niña y con mi Antón y estoy muy contenta", decía la finalista antes de que se produjese el momento de decir adiós. Una amarga despedida tras la que todas acabaron derramando alguna lágrima, ya que a pesar de ser rivales, la amistad que ha unido a las finalistas acaba siendo más fuerte. Sin embargo, y a pesar del triste momento que acababan de vivir, las finalistas acabaron celebrando por todo lo alto haber conseguido llegar al pódium y a la gran final de Gran Hermano VIP dando las gracias a la audiencia por todo el apoyo y cariño recibido, las tres se felicitaron.
Por último, antes de que finalizase la noche, Helena, Alba y Lucía Pariente tuvieron la oportunidad de defender a sus hijas en una "campaña electoral" en la que las tres dieron su opinión sobre lo acontecido en estos tres últimos meses. En lugar de pelearse, las familiares de las finalistas se apoyaron y proclamaron las virtudes de sus hijas y madres. Aunque también hubo lugar para la crítica constructiva, en ningún momento se realizaron alegatos en contra de las rivales y durante el diálogo, que se produjo de forma educada y elegante, se resaltaron sobre todo valores como el compañerismo y la convivencia.