La expareja de Blanca Fernández Ochoa recuerda a la esquiadora

Dos meses después de la muerte de la esquiadora, Ernesto Montes habla sobre los complicados momentos que atravesó

por hola.com

La muerte de Blanca Fernández Ochoa dejó a sus seres queridos sumidos en una profunda tristeza. Tras una intensa búsqueda por la sierra de Guadarrama, se encontraron sus restos en La Peñota, la peor de las noticias para una familia que se mantuvo muy unida mientras se desarrollaban las labores de rastreo. En estas participó Ernesto Montes, que fue la última pareja de la esquiadora, y que ahora ha roto su silencio para recordarla, en una sincera entrevista en el diario La Razón. “Creo que ya es hora de que no esté tan mal visto decir que estás deprimido. No puede ser que te dé vergüenza decir que tienes un problema. Si fuésemos otro tipo de sociedad, lo que le pasó a Blanca no habría sucedido. Nunca. A nadie” comienza.

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Ernesto recuerda que, a lo largo de estos años, los hermanos de Blanca siempre estuvieron junto a ella cuando les necesitó. “Hay que ver a la gente con problemas de otra manera. No aislarles ni juzgarles. Entenderles y ayudarles, como hacían su hermana Lola y Adrián, y todos los hermanos en algún momento. Ellos sí que son increíbles”. Cuenta cuándo se conocieron, en 2013, ocho años después de que ella se divorciara de David Fresneda, padre de sus dos hijos, Olivia y David, y que estuvieron cinco años juntos. Una de las cosas que más afectó a la deportista fue la muerte de su hermano, también campeón de esquí, Paco Fernández Ochoa, una ausencia que la marcó, según asegura. Dedica unas palabras a los hijos de Blanca, con quienes convivió un tiempo, y comenta cómo se enteró de la desaparición por un conocido, recordando que vivió con angustia aquellos días. 

Las emotivas palabras de familiares y amigos en la despedida de Blanca Fernández Ochoa

Se nota la tristeza en sus palabras cuando habla de aquellos días de incertidumbre, en los que también salió a la montaña a buscarla. “Blanca cogió un poco de queso, que le encantaba, e hizo lo que quiso hacer con libertad. Buscó un sitio donde disfrutar por última vez, su montaña, su pueblo. Se quedó mirando a los Siete Picos, a Cercedilla, y dejó de llorar. Ahora nos quedamos los demás llorando por ella”.

Después de doce días sin noticias suyas y de una búsqueda exhaustiva, que desplegó un intenso dispositivo por la sierra de Guadarrama, los restos de la esquiadora fueron hallados, dejando a su familia sumida en la tristeza. "La amaba, la amo y la amaré" dijo su hijo David, en el primer homenaje que rindieron a la deportista en el treinta aniversario de la marca Sesderma, celebrado el pasado septiembre. En la misma cita su hermana Lola añadió que se sentía muy apenada de que “ella no supiese lo querida y admirada que era por todos”. También las chicas de la Selección española femenina de rugby 7, las Leonas7s, equipo al que pertenece Blanca, hija de la deportista, celebraron un acto de despedida y recuerdo en las mismas fechas, antes de viajar a Sudádfrica, donde disputaron tres partidos en el marco de su primera gira intercontinental.