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Con el paso de la semana, la tensión y las emociones se incrementan en Gran Hermano VIP. El último e intenso GH VIP 7: Límite 48 horas ha estado protagonizado por la salvación de Mila Ximénez, quien se ha librado de la nominación con tan solo el 1,2% de los votos, dejando a Antonio David Flores y Adara Molinero en manos de la audiencia. Otro de los platos fuertes de la velada ha sido la 'Curva de la vida' de Estela Grande, que ha abierto su corazón para hablar de una feliz infancia, sus primeros pasos en las pasarelas y, sobre todo, su relación con Diego Matamoros, un matrimonio lleno de "subidas y bajadas".
La modelo ha explicado que, después de vivir una infancia rodeada de felicidad, la vida empezó a cambiar a los 16 años, cuando comenzó a trabajar. También ha hablado de su primer chico, con el que no se portó bien. "Lo dejé con este chico y ahí empezaron todos mis miedos, mi inestabilidad emocional y mis inseguridades. Me porté muy mal con él, cuando era una persona que me quería y me respetaba, pero yo no tanto. Me he sentido toda la vida responsable de portarme mal con este chico", confesaba la concursante que relató que a los 20 años se mudó a Londres y que conoció a Diego durante uno de los viajes que realizó a España para ver a sus seres queridos: "Conocer a Diego marcó un cambio radical en mi vida. Pasé de tener una vida normal a enfrentarme a situaciones que nunca hubiera imaginado".
Estela ha confesado que los inicios de su relación con Diego fueron muy inestables y que ambos se encontraban en “puntos diferentes”. Mientras ella estaba perdidamente enamorada de él, el hijo de Kiko Matamoros continuaba sufriendo por su anterior relación. Fue entonces cuando el colaborador decidió cortar con la concursante: "Me estaba volviendo loca, no era yo. No era la chica feliz y risueña que soy, no quería ni ir a trabajar. Él decidió romper con la relación para que yo pudiera seguir con mi vida. Yo estaba fatal, metida en la cama todo el día".
Con el paso del tiempo y y mucho esfuerzo por parte de los dos, Estela y Diego han conseguido superar las adversidades y los momentos más complicados de su relación, como cuando éste se enteró que la supuesta hija fruto de su relación con Tanit Grande no era genéticamente suya. "Al final todo ha merecido la pena, pero sufrí mucho durante un tiempo. A día de hoy le tengo que agradecer que fuera sincero conmigo y rompiésemos. Meses después retomamos la relación y hemos tenido que hacer frente a temas legales muy duros por los que ambos lo hemos pasado muy mal, pero todo eso nos hizo más fuertes y nos ha hecho llegar hasta donde estamos hoy en día", concluía la modelo, que continúa abriéndose al público dentro de la casa de Guadalix.
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