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La lluvia ha dado una tregua y el fin de semana está siendo soleado en Oporto, una mejora en el clima que Sara Carbonero ha aprovechado para salir a pasear por un parque cercano a su domicilio, donde ha disfrutado de los bellos paisajes que nos regalan estas últimas semanas del otoño. Pero la bajada de temperaturas propia de esta estación también ha obligado a la periodista a compaginar planes al aire libre con otros caseros como, por ejemplo, el dibujo. Una actividad gracias al cual hemos podido descubrir que el pequeño Lucas está hecho todo un artista gracias ya que su orgullosa mamá ha compartido una de las obras de arte del benjamín de la familia.
Con solo tres años, Lucas ha dado rienda suelta a toda su creatividad y ha hecho un colorido dibujo que esconde un secreto: un retrato de su madre. Mientras que a raíz del siglo XV los grandes artistas abandonaban el segundo plano para comenzar a pintarse a sí mismos en la mayor parte de los cuadros que hacían, el hijo pequeño de Sara Carbonero e Iker Casillas ha preferido ceder todo el protagonismo a la periodista, cuya 'silueta' ha trazado con rotulador azul sobre un fondo naranja en la parte superior izquierda. "Mamá by Lucas", ha dicho la fundadora de Slow Love con orgullo mientras mostraba una foto del folio coloreado.
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Los fines de semana, coincidiendo con el descanso escolar, a Sara e Iker les encanta pasar tiempo con Martín -que en enero cumplirá seis años- y con Lucas, dos niños que han llenado su casa de alegría a pesar de que los últimos meses no han sido fáciles para ellos. Por suerte, tras la tempestad viene la calma y las buenas noticias acompañan al matrimonio en esta recta final de 2019. Escasas semanas atrás, su entorno deslizaba a ¡HOLA! que la presentadora ha terminado con éxito el tratamiento de quimioterapia al que se sometió de manera preventiva tras ser intervenida quirúrgicamente en mayo de un tumor en el ovario.
Por su parte, Iker Casillas sigue en proceso de recuperación tras sufrir el 1 de mayo un infarto que le obligó a hacer una pausa en su carrera deportiva. El portero mostoleño se somete a controles rutinarios y se encuentra muy animado, convencido de que la meta está cada vez más cerca. "Esto es un proceso rápido en lo físico, pero lento en la toma de decisiones. De aquí a marzo el doctor vera cómo es la evolución y si hay algún riesgo el primero que no lo tomará seré yo. Si se pueden dar bien las cosas decidiremos en una mesa. Ahora lo que hay que hacer es recuperarse y ver el camino que coge mi cuerpo", aseguraba.
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