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María Teresa Campos y su hija Terelu llevan años sin coincidir en un plató de Televisión. La que fuera la reina de las mañanas y la excolaboradora de Sálvame acaban de protagonizar una singular entrevista en Antena 3 en el nuevo espacio que la cadena principal de Atresmedia ha querido dedicar a las noches de los viernes en horario de máxima audiencia: Arusitys Prime. Alfonso Arús es el encargado de conducir este ambicioso proyecto de actualidad en directo, en el que también han acudido como invitados Cayetano Martínez de Irujo o Loles León. El papel de Las Campos en el primer episodio de Arusitys ha sido muy especial, pues las veteranas periodistas se han encargado de protagonizar e inaugurar una sección – muy popular en diferentes programas estadounidenses- en la que ellas mismas han sido las encargadas de entrevistarse la una a la otra. La primera en empezar 'Entrevista2' fue Terelu, que comenzó preguntando a su madre por su felicidad. "Después de haber estado mucho tiempo sin querer ir a ningún sitio estoy feliz y queriendo recuperar el tiempo perdido. Broncano me ha dado un subidón", comenzaba diciendo la que fuera la reina de las mañanas, que recientemente arrasaba tras su paso por La resistencia. "Cuando yo trabajaba salía a la televisión a informar y hacer feliz a la gente", añadía reconociendo que se había equivocado muchas veces.
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María Teresa confesó además que su mayor defecto es "ser demasiado impulsiva" y que, aunque ahora es capaz de "contenerse más", su pareja Edmundo Arrocet, es el que más lo sufre "porque yo le doy mucha importancia a las cosas", decía minutos antes de contestar que el humorista era ahora mismo el hombre de su vida. "Yo creo que existe el hombre de tu vida, pero no el hombre de toda tu vida, sino el de cada momento. En este momento es Edmundo Arrocet. Aunque en muchos momentos me acuerdo del padre de mis hijas. Durante mucho tiempo tuve un sueño recurrente en el que llegaba a casa y él estaba. Nunca he querido sacar este tema", decía.
Terelu quiso poner a su madre en varios compromisos durante su turno de preguntas y no dudó en compararse con su hermana Carmen Borrego o preguntar a su madre sobre los defectos entre una y otra. "Lo que me molesta de Carmen no te lo voy a decir, ya se lo diré a ella. Pero de ti estoy segurísima que cuando te llamo piensas que soy una pesada", contestaba la presentadora antes de decir que nunca había echado nada de menos de sus hijas. Tras hacer varias preguntas comprometedoras a su madre, María Teresa acabó reprimiendo duramente a su hija después de que esta le dijese que no entendía cómo era capaz de divertirse: "No sé cómo habiéndolo pasado tan mal fumas y te tomas esas bebidas que dañan tanto su salud".
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Tras esto, llegó el turno de preguntas de María Teresa que comenzaba diciendo que no sabía si iba a defraudar o no con sus preguntas porque su hija se le había adelantado con muchas. La veterana comunicadora preguntó a su primogénita sobre separar entre la maternidad y amistad, algo que Terelu tuvo muy claro: "Yo soy madre y soy la última amiga de mi hija y hay momentos en los que la entiendo perfectamente. Hay cosas que se las cuento a mis amigos porque estoy más cómoda por mucha confianza que tenga contigo". Terelu confesó además que tenía la conciencia muy tranquila y que no le preocupaba que pensasen que había llegado lejos profesionalmente gracias a su madre, porque para ella no era cierto. En cuanto al terreno sentimental se refiere, la comunicadora afirmó que "sin un hombre se vive fenomenal". "Hay gente que no se da cuenta en la vida. Yo no tengo perspectiva de… Ya ha llovido mucho", decía mientras en las preguntas de su madre se intuían las ganas de que su hija volviese a enamorarse.
El presentador también decidió intervenir y sacó probablemente el tema más delicado de la entrevista: la salud, algo por lo que la familia Campos ha sufrido mucho en los últimos años. "No he querido sacar el tema de la salud porque creo que solo hay que sacarlo para ayudar a otros. Mi hija lo ha hecho", decía sin atreverse todavía a decir la palabra Cáncer, que no solo ha afectado a su hija, sino también a ella misma y a tres de sus hermanos. María Teresa, no obstante, confesó que vive con miedo de volver a sufrir otro ictus. "Estoy controlada y tomo mis pastillas. Llega un momento en el que le tienes miedo a todo. Creo que a mí me dio eso porque yo me exalté muchísimo por una cosa absurda".
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