Los habitantes de GH VIP 7 se enfrentan a una de las pruebas semanales favoritas de la audiencia, Señores y criados. La casa de Guadalix de la Sierra se ha transformado en el Hotel Inglés y, como no podía ser de otra manera, la audiencia ha sido la encargada de decidir los roles que tendrán los concursantes. Hugo Castejón, Mila Ximénez y Adara Molinero han sido los elegidos como huéspedes del establecimiento de lujo, mientras que Antonio David Flores, Noemí Salazar, Alba Carrillo y Estela Grande son los encargados de servir y cumplir los deseos y las peticiones que estos hagan. Uno de los que ha llevado a la práctica su condición de 'señor' ha sido el ex de Marta Sánchez, quien no ha dudado en pedir un masaje a la concursante de Supermodelo.
Como de esperar, a la ex de Feliciano López le ha costado aceptar la petición del cliente Castejón, quien ya comenzó a tratar de provocar a su compañera en el último GH VIP: Límite 48 horas. "Los pies los tengo limpios y dispuestos a recibir un masaje", le sugirió el cantante de Fiesta Tonight a la colaboradora de Ya es mediodía tras conocer su rol de 'señor'.
A la mañana siguiente, Hugo se levantó dispuesto a hacer realidad su 'deseo'. "Me gustaría saber cuándo será el masaje", le señaló el cantante, vestido con un llamativo jersey de rombos. "Ahora le avisaré", le contestó la ex de Fonsi Nieto, quien debía llevar a cabo la orden para que el grupo pudiera superar la prueba semanal. Cuando Alba se encontraba realizando el masaje al concursante, este le advirtió que no le gustaba "hablar de cosas de fuera del hotel". La modelo, que estaba acompañada por Estela, Noemí y Adara, asintió y le aseguró a Hugo con cierto retintín que no había ningún problema. Sin embargo, Castejón, tumbado en la camilla, continuó tratando de sacar de quicio a la colaboradora.
"Ya sé que a usted le gusta y que a otras clientas que no tienen otra cosa que hacer más que traicionar y ser desleales a la gente también les gusta hablar de las cosas de fuera, pero a mí no", prosiguió el ex de Marta Sánchez mientras recibía el masaje que Alba realizaba bruscamente. "Hay que tranquilizarse", respondía irónicamente Carrillo que ha conseguido hacer frente a una de sus grandes 'fobias' por el bien del grupo.