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Lo más conocido de Arturo Valls es su sentido del humor, que es presentador de Ahora Caigo, o que está preparando la vuelta de Camera Café. Lo que muchos no saben es que el presentador y actor tiene una familia, que es para él primordial en su vida: su mujer, Patricia, con la que lleva más de una década de relación, y su hijo, Martín, de 10 años. No es habitual verles juntos en público, pero mantienen una sólida y discreta relación y, con motivo de la Copa Davis, el catalán ha querido disfrutar de un plan padre-hijo en la Caja Mágica, donde ha visto el partido de Rafa Nadal junto a su hijo, que está ya muy mayor.
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No es la primera vez que acude junto a su hijo a una ocasión deportiva, parece ser una de sus actividades favoritas para disfrutar juntos. En mayo acudieron a la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Valencia y el presentador compartió un tierno vídeo de Martín emocionado ante la victoria de su equipo. Previamente, en enero fueron fotografiados esquiando en Baqueira, disfrutando con la nieve como niños.
Tampoco es habitual que Arturo comparta este lado tan familiar de su personalidad con sus seguidores pero el pasado año aprovechó una de sus apariciones en El Hormiguero para mandarle un mensaje de lo más tierno a su mujer, Patricia, que cumplía años. "Trabajar con gente que admiras es lo mejor. Nos pasa en la vida. Mis amigos son gente a la que admiro. A mi mujer la admiro mucho, si no, no podría ser mi pareja", confesaba ante la mirada incrédula de Pablo Motos y Blanca Suárez, que estaba también presente. "Es que hoy es su cumpleaños", aseguraba señalando al público, donde ella se tapaba la cara con un papel, sonrojada por la situación.
Muy discretos con su vida privada, Arturo y Patricia disfrutan viajando con su hijo Martín siempre que tienen ocasión. Si en verano apuestan por destinos de sol y playa, en invierno prefieren perderse por grandes ciudades, como Nueva York.
En una entrevista concedida hace unos años a Efe explicaba que su hijo Martín le había hecho el hombre más feliz del mundo. "¿Tú sabes lo bonito que es despertarte y escuchar 'hola, papi'? Y cuando vuelves a casa del trabajo que te de un abrazo… eso hace que se te pasen todos los males", explicaba entonces.
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