Edurne ha demostrado en numerosas ocasiones que es una mujer polifacética. La cantante de No vives por mí es capaz de moverse en diferentes ámbitos artísticos y triunfar en todos ellos. Durante la décima (y última) noche de audiciones de Got Talent, la madrileña ha revelado una habilidad desconocida: su capacidad para imitar voces de personajes de Disney. Tras la actuación de una de las aspirantes de la edición, que se disfrazó de Ariel para cantar el tema principal de la película de la factoría de animación, Edurne se animó a imitar las voces de los ratones de La Cenicienta. "No sé si os acordaréis o no de ese momento, pero estaban ahí con el vestido ayudándola y hacían…", decía antes de distorsionar su voz.
La concursante reconoció que, además de interpretar la voz de la sirena que protagoniza la adaptación más dulce del cuento de Hans Christian Andersen, era capaz de imitar prácticamente la voz de cualquier personaje Disney, entre ellos el de la bruja Úrsula, también de La Sirenita. "Es un registro bastante diferente", decía la juez del concurso, que también ha trabajado como actriz de doblaje y que ha interpretado en varias ocasiones diferentes canciones de Disney. Después de darle un "sí" a la concursante, la finalista de la cuarta edición de Operación Triunfo se animó a seguir con las imitaciones y sorprendió con su voz de "bruja mala" cantando Pobres almas en desgracia, también de La Sirenita.
Durante el programa se vivieron otros importantes momentos. Uno de los más emotivos lo protagonizó la formación de bailarines Sadanza, que realizó sobre el escenario una preciosa actuación homenaje para criticar las terribles actuaciones que se llevaron a cabo durante el holocausto judío. Con sus pijamas de rayas y al son de la música de diferentes películas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, las jóvenes lograron conseguir los cuatro "síes" del jurado.
Pero además de los emotivos y divertidos momentos que se vivieron en el escenario del Teatro Nuevo Alcalá, por el que pasó la última veintena de concursantes, también se vivieron momentos de mucha tensión. Después de haber "regalado" el pase de oro a un polémico concursante durante el anterior programa, Risto Mejide aseguró sentirse "agotado" y amenazó con abandonar el programa después de una noche en la que se enfrentó a varios concursantes. Llegó incluso a recibir un toque de atención por parte de la dirección por faltar el respeto a los concursantes. "Os estáis cargando el formato entre los dos. Me echaréis de menos, toda saga tiene su fin", recriminaba a sus compañeros, que suelen dar casi siempre valoraciones positivas a los concursantes.
Después de que el último grupo de la noche subiese al escenario, Risto dejó en el aire su continuidad en las futuras fases del programa. "Esta es seguramente sea mi última valoración en un Got Talent, así que voy a intentar hacerla con mucho cuidado", decía antes de opinar sobre la formación Da Republik. "He hecho más de 1500 valoraciones en este programa. Entre esas han habido muchos grupos de baile pero la vuestra ha sido probablemente la mejor y me alegro que mi últiva votación sea un sí", decía provocando las lágrimas de Edurne, que veía como "su marido" de programa podía estar a punto de poner fin su etapa como juez.