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Hace tan solo tres semanas Sara Carbonero recibía la noticia que llevaba esperando desde que comenzó a someterse a quimioterapia tras haber sido operada de un tumor en el ovario el pasado mes de mayo. Según ha podido confirmar ¡HOLA!, la periodista ha concluido su tratamiento con éxito por lo que ya solo queda celebrar y mirar al futuro con el mismo optimismo al que tanto ella como su marido, Iker Casillas, afrontaron estos duros meses. Después de compartir su alegría con su familia y también con su gran amiga Isabel Jiménez, que le envío un precioso ramo de flores, ahora ha disfrutado de un fin de semana con varias parejas de amigos de su pandilla de Oporto en pleno contacto con la naturaleza. Si los mayores se lo pasaron en grande, los más pequeños no daban crédito al ver, y hasta tocar, unos pequeños caballos.
Una chimenea, un paisaje boscoso teñido de los colores rojizos del otoño y un grupo de niños hipnotizados ante algo tan natural como un caballo, pero al mismo tiempo, una rara avis en su 'habitat' urbano. Sara ha compartido las mejores imágenes de una relajante escapada en un idílico lugar que ella misma define como "para quedarse". "Yo solo pido pausa y tu me das ojos de huracán", escribía la toledana parafraseando una canción del grupo Izal junto a una bella fotografía en la que posa, muy abrigada con gorro, guantes y bufanda, sola en medio de un gran prado verde que se diluye entre los árboles del fondo y que le concede la "pausa" que tanto necesita.
Sin duda, la periodista deportiva ha disfrutado al máximo del fin de semana con amigos, pero los grandes protagonistas han sido los más pequeños a los que podemos ver en varias imágenes prácticamente 'pegados' a una verja contemplando los pequeños caballos que hay al otro lado y que mansamente se acercan a los niños para dejarse acariciar. Sus hijos, Martín y Lucas, acercaban la mano con curiosidad, pero con prudencia al animal, acompañados de otros cuatro niños, probablemente hijos de los amigos de Sara e Iker.
La presentadora y el portero han vivido unos meses muy complicados en los que han tenido que apoyarse el uno al otro en todo momento. El diagnóstico de cáncer, le llegaba a Carbonero tan solo unos días después de que su marido sufirese un infarto de miocardio. Juntos, están consiguiendo superar este bache ya que el futbolista también progresa de manera muy favorable y, aunque no parece probable que vaya a volver a los terrenos de juego, recientemente publicaba una imagen de sus botas de fútbol con el siguiente mensaje: "Después de seis meses y tres días, ¡se vuelven a usar!", lo que indica que al menos como aficionado ha vuelto a ponerse bajo los palos.
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