El Irlandés tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los grandes vencedores de la próxima edición de los Premios Oscar. La película de Netflix acaba de ser estrenada en una pequeña selección de salas de cine – tan solo 45 en todo España-, claro indicio de que la plataforma pretende presentarla al certamen cinematográfico más importante de Hollywood, aunque también será colgada en el catálogo del gigante del streaming el próximo 27 de noviembre. El nuevo y ambicioso proyecto del oscarizado Martin Scorsese (Infiltrados, Uno de los nuestros) abarca varias décadas y ahonda en uno de los mayores misterios sin resolver de la historia de EE UU: la desaparición del legendario líder sindical Jimmy Hoffa. Además, ofrece un recorrido monumental por los entresijos del crimen organizado, desde las intrigas y rivalidades hasta las conexiones con la política nacional.
Una apuesta a lo grande para la que el cineasta ha querido contar como protagonistas con, nada más y nada menos, que tres de las grandes estrellas de la meca del cine: Robert De Niro (El Padrino), Al Pacino (Esencia de Mujer) y Joe Pesci (Uno de los nuestros). El largometraje, con el que Scorsese podría haber conseguido su obra maestra definitiva, es una épica saga sobre el mundo del crimen organizado ambientada en los Estados Unidos de la posguerra vista a través de los ojos de Frank Sheeran, un asesino a sueldo, embaucador y veterano de la Segunda Guerra Mundial que trabajó junto a algunos de los personajes más notorios del siglo XX.
En un primer momento Paramount iba a ser el encargado de producir el filme. Sin embargo, las exigencias de Scorsese y la postproducción digital que se necesitaba para poder rejuvenecer a los actores (de más de 70 años) y llevarlos a las distintas décadas en las que se mueven sus personajes (De Niro empieza encarnando a Sheeran con 24 años, hasta su final en un asilo a los 82), hicieron que los estudios se asustasen ante la millonaria cifra presupuestaria que supondría producir la película y decidieron retirarse. Fue entonces cuando Netflix aceptó la obra del aclamado director, que finalmente ha costado más de 150 millones de dólares, en lugar de los 100 que se plantearon en un principio. Además, Scorsese ha batido con El Irlandés varios récords, siendo la película con el rodaje más largo de su carrera (106 días), la que más tiempo ha necesitado en postproducción (pues las grabaciones terminaron a finales de 2017) y la más larga de todas sus producciones, con 209 minutos de película (3h:30m).