Raquel Perera está viviendo una nueva etapa en su vida desde que Alejandro Sanz y ella decidieran poner punto y final a su matrimonio, el pasado mes de julio y después de 12 años juntos. Mediante un comunicado publicado en sus respectivos perfiles, el intérprete de Corazón partío y la que fuera su asistente personal y posterior road manager hacían partícipes a sus seguidores su importante decisión: "Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será. Lo eterno tiene esa complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones…".
Comenzaba así una nueva realidad para ambos que cada uno ha enfocado de manera diferente. Mientras la estrella de la canción ha rehecho su vida junto a la artista cubana Rachel Valdés, Raquel se ha volcado en su faceta profesional y personal centrada en sus dos hijos Dylan y Alma, y cumpliendo algunos sueños como el que recientemente ha querido compartir con su legión de admiradores. Con una significativa imagen, la psicóloga vivía un esperado encuentro: "Ahí te caigo Machupichu, muchos años esperando verte en persona".
La exmujer de Alejandro Sanz ha puesto rumbo a Perú para disfrutar de los incomparables paisajes que rodean la ciudad inca de Machu Picchu. La propia protagonista ha asegurado en otro de los posts publicados, nada más comenzar su aventura, que se encuentra en un viaje en el que está "explorando y explorándose". Precisamente, nada más llegar al país, Raquel compartía un misterioso mensaje en el que relataba una sorprendente coincidencia: "Algún 9 de noviembre yo también recibí un ramito de violetas sin nombre ni tarjeta… y también me escribieron versos. Hoy, 9 de noviembre, me descubro entre violetas y versos en el aire que el universo me entrega generosamente". Un paralelismo que sorprendía a la mismísima Mariola Orellana "Qué fuerte conexión" y enamoraba a otra de las ex de Alejandro, Jaydy Michel.
Junto con esta enigmática publicación, Raquel no ha parado de mostrar imágenes de los preciosos paisajes con los que se está encontrando. Montañas adornadas por la bruma de las nubes, casas de piedra con tejados de paja tupida… Un entorno que, como ella misma ha asegurado, la ha dejado "sin palabras".