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La historia de amor televisiva de este otoño es sin duda la protagonizada por Adara Molinero y Gianmarco Onestini. Pero este romance ha dejado daños colaterales que se han visto en Gran Hermano VIP, dejando a Hugo Martín Sierra como el tercero en discordia. La expulsión del italiano ha dejado hecha polvo a la que fuera concursante de la edición número 17 del programa, que se ha refugiado en el consejo del Maestro Joao para hacer frente a sus días sin su amado. En mitad de estas confesiones, la nominada ha comentado con su amigo cuál es su mayor duda respecto a su futuro romántico con él: su actitud respecto a su hijo pequeño. Martín llegaba a su vida en febrero de este mismo año, convirtíendose en lo más importante para ella.
"Cuando le he hablado de mi bebé, le ha cambiado la cara", decía Adara en un vídeo del concurso, ante la atenta mirada de Joao. Consciente de las dudas que surgían en la mente de la concursante, el vidente quiso romper una lanza a favor del italiano. "Será muy normal que tenga celos de tu bebé", argumentaba su gran amigo dentro de la casa de Guadalix de la Sierra, quien se ha convertido en el máximo valedor de su romance.
Por su parte, Gianmarco asegura no estar preocupado por compartir su vida junto a Adara y a su bebé. Así se lo contaba a Carlota Corredera, cuando la presentadora de Sálvame le preguntó si era consciente de la situación personal de la joven. Las intenciones del italiano serían las de vivir en Madrid y luego asistir a los exámenes en Bolonia, donde está terminando sus estudios universitarios a distancia.
El amor de Adara por su hijo está fuera de cualquier duda. Aunque su entrada en Gran Hermano VIP despertó críticas de los menos empáticos, la misma concursante desveló que fue precisamente la corta edad de su bebé lo que la empujó a fichar por el concurso. "La clave para que yo entrara aquí fue que me dijeron que los niños no tienen noción del tiempo y no saben si han estado sin ti una semana o dos meses… Dije ahora que sé esto ya sí entro", confesó a sus compañeros de la casa.
Sus sentimientos por el pequeño han marcado sus peores momentos dentro del concurso. Adara estuvo cerca de abandonar cuando se le pasó el peor de los pensamientos: "Me aguanto, me aguanto... Hasta que ya no puedo más. ¿Y si me deja de querer?". Fue Joao quien le quitó esas malas ideas de la cabeza. Además, en la histórica pillada del confesionario donde confesó que iba a dejar a Hugo Martín, la concursante fijó en su futuro con su hijo su máxima prioridad para mudarse a Madrid.
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