Acaba de finalizar su aventura en Masterchef Celebrity. Aun así, Ana Milán, que cumplió cuarenta y seis años el pasado fin de semana, se siente encantada de haber vivido la experiencia y de haber formado una familia con sus compañeros de programa, por mucho que algunos de ellos le resulten demasiado activos en WhatsApp. Por otro lado, la actriz alicantina charla con HOLA.com sobre su soltería y su comentadísima amistad con Mónica Naranjo en el vigésimo quinto aniversario de la agencia Thinketers, liderada por la ex Miss España Garbiñe Abasolo y dedicada a la estrategia digital y los contenidos transmedia.
¿Dónde estabas hace veinticinco años?
Uy, ¿cuántos años tenía? ¡Muchísimos! Hace veinticinco años estaba llegando a Madrid. Me acuerdo que, cuando llegué a Atocha, vi el Ministerio de Agricultura y pensé: “Éste es mi sitio en el mundo Qué cosa más mona, qué bien está hecho este edificio”.
¿Ya tenías claro que querías ser actriz?
Pero cómo iba a tener claro a mis veinticinco años, si no lo tengo ni ahora –se ríe–. Nunca tuve mucha conciencia de qué quería ser. De hecho, estudié Periodismo.
Y ejerciste de periodista.
Y tanto que sí. Y era buenísima. Mi primera entrevista se la hice a Enrique Loewe para firmar una doble página en Tribuna. ¿Cómo te quedas? Antonio Gala también me concedió una entrevista y me invitó a merendar a su casa y me tiré toda la tarde con él.
¿Por qué decidiste dejar el Periodismo?
Siempre he sido una valiente. Decidí matricularme un verano en Corazza para hacer un curso, por consejo de Roberto Enríquez, y ya no salí de allí en cuatro años.
¿No te apetece volver a ejercer de periodista?
Sí. De hecho, en lo que acabo de estrenar para Netflix, Mi vida en serie, yo entrevisto.
Háblanos de tu paso por Masterchef Celebrity, ya que tu salida del programa se emitió hace dos semanas. ¿Cómo valoras la experiencia?
Uy, volvería a entrar esta misma tarde.
Todo el mundo pensaba que ibas a ganar el concurso...
Llegar a la final no significa ganar. A veces, uno gana también cuando se marcha. Hay que asumir que era muy justo, que tuve muy mala tarde, pero también me siento muy ganadora por la experiencia y por estar con gente a la que admiro tanto, a la que ya quería y a la que empecé a querer cuando la conocí allí. Me siento absolutamente ganadora.
Tamara Falcó dijo que el concurso era de las experiencias más duras que ha vivido. Ha destacado la presión de tener las cámaras encima.
Es tal cual, pero yo volvería a entrar. Y creo que ella también.
¿Cocinas más desde tu paso por el concurso?
Ayer volví a cocinar por primera vez desde que salí. Ayer mismo.
Si tu salida del concurso se grabó en julio, ¿cuatro meses sin cocinar?
Sí.
¿Por?
Acabé saturada. Si veía una sartén, me daba un parraque. Y allí me marqué un cuscús de ponerme un piso.
¿Y tus amigos no te decían que les cocinaras antes?
Todos los días. Si me tomara un chupito por cada vez que alguien me decía que le cocinara algo, estaría borracha todo el día.
¿Con qué concursantes mantienes relación?
Con Félix Gómez... Con casi todo el mundo… Elena [Furiase], Marta [Torné], Vicky [Martín Berrocal]. Y mi Yolanda [Ramos], que lo último que me dijo fue "Estoy yendo para tu cumpleaños". Fue el domingo y no sé todavía dónde está. ¿Cómo te quedas? Yo la amo. Además, sabía que no iba a venir.
Hay un grupo de WhatssApp con todos los concursantes de Masterchef...
Ay, son pesadísimos. “¿El pimentón para el pulpo cómo es? ¿Dulce o picante?”.
¿Qué compañero escribe más en el grupo?
Avellaneda, pero con una diferencia del trescientos mil por ciento. Escribe insistentemente. Y pone stickers y gifs como si los tuviera que gastar porque le molestan en casa. Como si le ocuparan sitio, oye.
¿Y qué opinión tienes de Tamara Falcó?
Tamara es una mujer absolutamente maravillosa que merece la pena conocer. Y tiene algo grandioso, que es no pretender ser nada que no es y eso a mí me gusta mucho porque es autenticidad. Que luego te guste más o menos, es libre, pero es fascinante porque lo que ves es lo que hay. Es una autenticidad que a mí, particularmente, me interesa mucho en la gente.
Hace un par de semanas participaste en Mónica y el sexo, el programa de tu amiga Mónica Naranjo. ¿No te dio pudor hablar de sexo en televisión?
Sí. Soy una mujer muy pudorosa, aunque no lo parezca. Pero siempre que Mónica me llame, yo estaré.
Vuesta amistad está siendo muy comentada en las redes.
No sé… Todo el mundo está convencido de que estamos casadas. Una de las cosas más importantes para Mónica y para mí apoyando a la comunidad LGTBI es que de la sexualidad de la gente no se habla. Por tanto, nunca afirmaremos ni confirmaremos ni desmentiremos nada que tenga que ver con la sexualidad de la gente.
¿Hablas de ti?
Hablo de todo. De la sexualidad de la gente no se habla. Ése es el gran avance.
Llevas soltera varios meses.
¿Meses? Pues sí que te pasa lento el tiempo. Llevo muchísimo tiempo soltera.
¿Te apetece tener pareja?
Ni apetece ni no apetece. Cuando se presenta… El amor funciona siempre cuando es inevitable. No es que te apetezca o no.
Se te ve con carácter. No sé si eso asusta a los hombres.
Se me ve con carácter. Mira, qué gracioso… Nooooo.
¿Eso asusta?
A los pedazo de hombres no les debe de asustar.