Charlene de Mónaco ha sido ovacionada por un bar de rugbiers entre gritos, aplausos, y copas en alto. La princesa acudió al local acompañada de su hermano para presenciar la final de la Copa Mundial de Rugby, ataviada con el uniforme del equipo que resultó ser el ganador, Sudáfrica. Lejos de mantenerse en un segundo plano, Charlene recibió el aplauso de buen gusto, celebró y saludó como una más a los asistentes. Mientras ella veía el partido en un bar, su marido e hijos lo hacían en Japón, donde se celebraba la final. En latitudes diferentes del mundo, la Familia Real monegasca ha celebrado la victoria sudafricana. Dale al play y no te lo pierdas.