Máximo Huerta confiesa ahora la verdadera razón que le llevó a dejar la televisión. En una entrevista en El Faro de la Ser, el escritor y periodista ha compartido una conversación muy sincera con la locutora Mara Torres. "Dije que me iba de la tele para escribir, pero era para cuidar a mi padre", revela. Su padre sufría alzehimer y las dificultades de padecer esta enfermedad hicieron que el periodista decidiese dejar la televisión, a pesar de haber reconocido siempre públicamente que lo hacía por dedicarse a la escritura.
El escritor ha recordado su infancia, adolescencia y casi madurez al aldo de un padre frío y estricto que nunca supo demostrarle sus verdaderos sentimientos. "Mi padre pertenecía a esa generación de hombres duros, de familia numerosa. Él era el pequeño que no tuvo el privilegio de estudiar, que enseguida tuvo que ser camionero y le toco hacer todo en casa para una madre que entiendo por sus silencios que fue difícil. Yo sé que estaba orgulloso de mi, pero nunca me lo dijo, me enteraba por sus amigos con los que jugaba al dominó en el bar y me enteré que me grababa en cintas VHS".
Huerta recuerda el día en que le dijo que le habían contratado en Canal Nou para presentar informativos, la reacción de su padre fue: '¿Pero te vas a cortar el pelo?' A él no le gustaba nada el pelo corto. Y le dije 'pero es algo bonito', y me respondió: 'Los importantes son los médicos'".
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"Su amor lo notabas de otra manera. Pero en tu momento de rebeldía la relación fue dura, violenta, arisca porque crees que tu padre es alguien muy lejano a ti", asegura y admite: "Luego ya lo recuperé, pero tarde". Máximo recuerda con lágrimas en los ojos cuando su padre en sus últimos momentos. "Casi no podía ni andar y yo le decía con la fuerza que has tenido, haz un esfuerzo, y me dijo: 'Ay, perdona'. Ese perdona fue como si me respondiera a lo mal que lo había hecho".
Máximo también ha revelado cómo fue el momento en el que llamó a su madre para contarle que le habían elegido ministro. "Cuando se lo dije hubo un silencio y me preguntó: '¿Has dicho que si' y le dije 'sí, como no voy a aceptar una responsabilidad que a pocos se la ofrecen e implica mucha ilusión'. Y me volvió a preguntar. A ella no le gustó, ni le hizo ilusión. De hecho en la foto en la que yo cogí la cartera mi madre tiene una cara de duelo".
A día de hoy reconoce que puede hablar con naturalidad sobre su nombramiento y su posterior dimisión como Ministro de Cultura y Deportes aunque confiesa que todavía no ha superado esa época difícil que le tocó vivir. "Estoy censurado, y eso es lo peor que puede pasarte, pero al menos ya no tengo el silencio".