Sigue llegando buenas noticias al hogar de Iker Casillas y Sara Carbonero. El portero se ha calzado de nuevo las botas tras el infarto agudo de miocardio que sufrió el pasado 1 de mayo mientras entrenaba con su equipo, el FC Porto. "Después de seis meses y tres días... ¡Se vuelven a usar!", ha escrito junto a esta foto en la que aparecen sus botas con restos de césped. Aunque el conjunto luso le incluyó en la lista de jugadores para la temporada 2019-20, el de Móstoles ha sacado las botas de la taquilla solo para entrar y lo ha hecho en solitario, según ha explicado el periodista deportivo Manu Carreño en Ya es mediodía.
Hace unos días, su mujer le decía que la meta estaba cada vez más cerca y llevaba razón, aunque no será hasta el año que viene cuando sepa si volverá a ponerse los guantes o no. "Esto es un proceso rápido en lo físico, pero lento en la toma de decisiones. De aquí a marzo el doctor vera cómo es la evolución y si hay algún riesgo el primero que no lo tomará seré yo. Si se pueden dar bien las cosas decidiremos en una mesa. Ahora lo que hay que hacer es recuperarse y ver el camino que coge mi cuerpo", aseguró el portero recientemente.
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Aquel 1 de mayo, Casillas sintió un fuerte golpe en el pecho que le dejó tirado sobre el césped y apenas podía respirar. Inmediatamante fue trasladado al hospital aquejado de un ataque al corazón. El portero tenía obstruida la arteria coronaria derecha y fue intervenido de urgencia para practicarle un cateterismo cardíaco y colocarle un stent. "No sé cómo será el futuro, lo importante es estar aquí", dijo al abandonar la clínica de la mano de Sara Carbonero.
Además de seguir con su recuperación, en estos seis meses el de Navalacruz ha estado muy pendiente de la evolución de su mujer, que tuvo que ser intervenida de un cáncer de ovario el 21 de mayo. El guardameta ha sido un gran apoyo para Sara en estos delicados momentos y ella solo tiene palabras de agradecimiento para sus seres queridos. "Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado", confesó en pleno tratamiento.
Según dijo Isabel Jiménez, gran amiga de la periodista, el matrimonio está disfrutando de la tranquilidad de Oporto con sus dos hijos, Martín y Lucas, de cinco y tres años. "Están en ese punto de necesitar disfrutar de la vida", reveló. La presentadora de informativos Telecinco también contó que Sara volvería a ponerse delante de una cámara cuando se sintiera "preparada y con fuerzas", y que ella la veía "guapísima, animadísima y fenomenal".