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No se puede decir que haya sido el mejor año para Sara Carbonero e Iker Casillas tras enfrentarse ambos a serios problemas de salud que, sin embargo, poco a poco van dejando atrás demostrando una gran fortaleza, optimismo y celebrando cada una de las buenas noticias que reciben. Por eso, durante su escapada a su pueblo Natal, Corral de Almaguer (Toledo), la periodista deportiva ha compartido una enotiva reflexión sobre los reencuentros con sus amistades de siempre que ha concluido con un #celebrando que escribe el final perfecto a los difíciles seis meses por los que han pasado desde que Iker sufriera un infarto de miocardio y a Sara le detectasen un tumor en el ovario.
"Días de lluvia, amigos, puchero, cartas y chimenea. Las conversaciones de siempre, los niños saltando en los charcos, recuerdos de anécdotas que por muchos años que pasen siguen haciéndonos la misma gracia. Planes para el 2020, de bodas y despedidas de soltera. Un viaje pendiente y un concierto. Fotos que salen del baúl de los recuerdos y te mueres de vergüenza pero era lo que se llevaba entonces", así comenzaba la presentadora un texto lleno de nostalgia con el que resume lo que supone para ella la vuelta a sus orígenes. "Una canción de Mikel Erentxun, siempre quedará mañana, la mañana de mañana y muchos días más como estos, que empiezan con las cañas a la hora del aperitivo y terminan con brindis de pacharán de madrugada. En los que puedes tocar conversaciones trascendentes o hablar de nada durante horas", seguía Sara junto a una fotografía en la que posa con un anorak con capucha para protegerse de la lluvia, que según ella misma decía, no les dió tregua. Finalmente, concluía haciendo alusión a la importancia de "estar incondicionalmente desde hace más de 30 años" y remataba con una elocuente cita: "todo sigue igual, siguen los amigos que quiero tener, no me puedo quejar”.
Ilusionada de estar en el pueblo, Sara no ha dejado de compartir todos los detalles de su escapada, desde la relajante chimenea que nos muestra a ritmo de Mikel Erentxun, cantante que parece haber puesto banda sonora a una parte importante de su vida, a una apetitosa fideuá elaborada por una de sus amigas de la infancia. Además, siempre junto a ella se encontraba un pequeño "rebelde", como ella misma describió a su hijo Martín, de cinco años, con el que ha compartido una tierna fotografía en la que su madre abraza al niño, que viste un look muy vaquero que ciertamente le otorga un aire de rebeldía.
Por su parte, Iker Casillas ha optado por el mismo plan que su esposa, solo que en su pueblo, la localidad abulense de Navalacruz. Desde allí ha compartido fotografía de grupo en la que posa con sus amigos de siempre después de una suculenta barbacoa. "Esas comidas en La Dehesa. Nuestro lugar fetiche del pueblo. Entre árboles, piedras y el viento suave que baja de la sierra. ¡¡Grandes momentos vividos!! En resumen: ¡¡una barbacoa de la leche!! Estáis invitados", escribía el portero junto a la imagen.
Sara Carbonero siempre ha sido el principal apoyo de Iker y lo demostraba recientemente al enviarle un mensaje de ánimo cuando está a un paso más cerca de culminar su recuperación tras el infarto de miocardio que sufrió el pasado 1 de mayo. "El camino está siendo abrupto pero se avanza. Continuaremos en la senda. Queda menos", señala Iker, a lo que Sara rápidamente le responde con un corazón y una frase llena de esperanza: "Ya estás llegando a la meta". Todo apunta a que también la presentadora está llegando a su propia meta en su recuperación del cáncer ya que la semana pasada recibió un un ramo de flores de su amiga Isabel Jiménez con una tarjeta en la que decía que había "mucho que celebrar", mientras su marido comentaba junto a la foto del regalo: "Un día para estar muy alegre".
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