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Hace pocos días, Toñi Moreno recibía un regalo muy especial para su primera hija, Lola, que nacerá en los próximos meses. Se trataba de una preciosa y original cuna diseñada por Ágatha Ruiz de la Prada, una de las modistas más importantes del panorama nacional. Todo un detalle que tuvo la oportunidad de agradecerle en directo en su programa Aquellos maravillosos años, emitido por Telemadrid, al que asistió anoche como invitada. "Tú no solo llenas de color la vida de la gente que te rodea, sino también de fuerza", exclamó la periodista nada más entrar en plató. Un entrañable encuentro que estuvo marcado por la peculiar personalidad de la creadora madrileña.
Durante su charla, la presentadora de Sanlucar de Barrameda hizo un extenso recorrido por la carrera profesional de Ágatha, aunque también quiso indagar un poco más acerca de su faceta más privada y personal. Un terreno en el que era inevitable hacer referencia a su separación de Pedro J. Ramírez, un importante acontecimiento que supuso un antes y un después en su vida. Después de 30 años de convivencia y dos hijos en común con el periodista (Tristán, de 32 años, y Cósima, de 29), la ruptura, en 2016, le pilló completamente por sorpresa y supuso un duro trance que la costó mucho superar. "Cuesta más una sorpresa que una mala noticia", aseguró. "Ante una sorpresa te quedas helado y te preguntas cómo es posible".
"Te cambia muchísimo tu punto de referencia. Tú tienes unos proyectos, una vida, una organización… y cuando todo eso se tambalea que cuesta muchísimo encontrar un punto de referencia, aunque luego todo sea infinitamente mejor. Yo no me lo esperaba", reconoció con el semblante serio. "Estábamos muy bien organizados y, personalmente, creo que lo teníamos todo: estos niños, esta casa, este trabajo, estos viajes, esta vida. Gracias a dios no he perdido nada de eso, pero te asustas y es algo solo lo entienden las mujeres a las que les ha pasado. Sobre todo, cuando llevas acostumbrada a alguien 30 años".
Sin duda, una drástica situación que, por fortuna, la diseñadora consiguió sacar cosas positivas: "Empecé a darle importancia a cosas que no la tienen y te das cuenta de que todo es muy relativo. De que, en realidad, lo importante son tus hijos, tus amigos, tu trabajo, el amor. A veces es importante que te hagan reaccionar y empezar una vida nueva. Salir de la zona de confort es buenísimo porque estas tú sola con lo que tú eres y te das cuenta de que la vida es maravillosa, te quiten lo que te quiten".
Superada esa etapa, ahora Ágatha mira el futuro con optimismo y es feliz con la relación que mantiene desde hace más de un año con Luis Miguel Rodríguez. "Buscar un novio ha sido mucho más divertido de lo que yo me imaginaba. Pero al principio pensé: ¿cómo se hace esto a esta edad?", indicó divertida. Completamente renovada, disfruta de su nueva vida y reivindica el colorido y la alegría de sus creaciones: "Siempre hay cosas bonitas y optimistas y yo siempre busco cosas para ser feliz. A lo mejor tengo miedo de ser infeliz y por eso hago una moda para ser feliz. Por eso las nubes, estrellas, corazones, arcoíris y flores me dan buen rollo".
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