El cantante flamenco Pitingo recuerda con dolor las semanas que vivió después de que a su hijo Manuel le diagnosticaran cáncer. "Cuando mi hijo enfermó, me quedaba dormido rezando y llorando", revela en una entrevista concedida a la revista Diez Minutos. El atista y su mujer, Veronica Fernandez Prieto, son padres de Manuel, un niño de siete años, al que hace le dijeron que padecía cáncer.
"Estuvo un mes en oncología, con los médicos preparándonos para lo que se nos venía encima. Al final resultó ser una mononucleosis bestial que daba los mismos síntomas que una leucemia. Fue el peor mes de mi vida", asegura el artista que admite conservar el informe. "Ese diagnostico lo tengo guardado y cuando tengo un mal momento lo miro y pienso: 'Esto sí que era un problema'. Reconoce que no ha llorado más su vida.
Pitingo reconoce que vive por y para la música, el flamenco, pero que su gran pasión es sin duda su familia. Lleva 24 años con su mujer, Verónica, desde que Pintingo tenía 16 años y ella 15. Es tal el amor que sienten el uno por el otro que trabajan juntos, ella es su manager durante las giras y de vez en cuando se hacen una escapadita de pareja para mantener viva la llama del amor.
Pitingo y Verónica Fernández se casaron en septiembre de 2008 después de doce años de noviazgo, en una ceremonia civil a la que asistieron como invitados Imanol Arias y su entonces mujer Pastora Vega, el periodista Juan Ramón Lucas, Loles León o Antonio David Flores. En 2012 tuvieron a su hijo Manuel, del que confiesa que es el "motor de su vida". De momento el pequeño sueña con ser futbolista, pero su padre asegura que le apoyará en la profesión que él decida, aunque en más de una ocasión ha manifestado que aunque el arte le corre por las venas preferiría que no fuera artista de profesión.