Hace un año que a Michael Robinson le diagnosticaron un melanoma avanzado con metástasis, sin embargo, no fue hasta diciembre de 2018 cuando hizo pública su enfermedad. "Preferiría no tener que librar esta batalla, pero lamentablemente estoy en esta lucha y tengo claro que la voy a ganar", dijo en La Ventana de Cadena Ser. Desde entonces, el exfutbolista y comentarista deportivo ha recibido numerosas muestras de cariño, y este miércoles ha querido dar las gracias a todos sus seguidores a través del siguiente mensaje. "El día 30 de octubre del año pasado, me dieron las peores noticias. Tenia un cáncer incurable (de momento). He vivido un año lleno de emociones, he aprendido mucho de mi. En todo momento he sentido el apoyo de todos ustedes. Gracias, estoy muy agradecido", ha publicado.
Robinson, de 61 años, ha llevado su enfermedad con gran entereza y mucho humor, ya que tras recibir por primera vez la medicación, esperaba que "uno de los efectos secundarios fuera mejorar mi pronunciamiento de las erres, pero no". El periodista británico, que reside en nuestro país desde 1987, se puso en las mejores manos y el pasado mes de agosto compartía buenas noticias sobre su enfermedad. "Me encuentro con mucha energía. Estoy arropado de buena gente que me hacen sentir aún más fuerte. De momento vamos: Mi equipo 3- El Bicho 0", aseguraba.
El exfutbolista batalla contra el cáncer desde hace un año tras un primer diagnóstico de lo más desesperanzador. "Me salió un bulto en la axila que en pocos días se me puso como un limón. Me hicieron una biopsia con mi seguro privado y el diagnóstico fue el peor posible. No tenía cura”, explicó. Pero gracias a Chris, su mujer desde hace 40 años, se pusieron en contacto con Cristóbal Belda, el doctor que trató a Severiano Ballesteros, para buscar una segunda opinión. “A las dos horas estaba en su despacho. Me puso en manos de Emiliano Calvo, jefe de Oncología del Hospital Universitario Sanchinarro. Aunque es del Madrid, yo le llamo Messi y no se molesta. Sabe qué quiero decir”, declaró en una entrevista concedida a El País.
Tras ver los resultados de las pruebas, el doctor Emiliano Calvo le aseguró que tenía un 37% de posibilidades de curarse. También le dijo que si la enfermedad no desaparecía, al menos, podría convivir con ella. Desde entonces le han operado tres veces y se somete a un tratamiento de inmunoterapia. "En pocos momentos de mi vida me he encontrado tan bien. Creo que debo ser el único enfermo de cáncer del mundo que está engordando. Me encuentro fenomenal", comentó a principios de año en el plató de Espejo Público.
El comentarista, que sigue al frente de Acento Robinson los domingos al mediodía en La Ser, ha reconocido que esta enfermada es muy dura, sobre todo, a nivel familiar. "No tengo miedo a la muerte, lo que sí me produce una gran tristeza es tener que despedirme de mi mujer o de mi familia antes de que se termine el partido o antes de que me haya cansado de vivir", confesó en el programa de Susanna Griso.