Han pasado ya dos semanas de la boda imperial del príncipe Jean-Christophe Bonaparte, tatara-sobrino nieto del emperador Napoleón Bonaparte, y la condesa Olympia von und zu Arco-Zinneberg. Pero todavía siguen saliendo a la luz detalles sorprendentes del enlace, que reunió a la realeza europea y la jet-set internacional en dos escenarios parisinos muy vinculados a la familia Bonaparte: Los Inválidos y el Castillo de Fontainebleau.
En un principio, se pensó que Jaime de Marichalar, exmarido de la Infanta Elena, había sido el único invitado español al enlace. Pero lo cierto es que hubo otro asistente muy vinculado a España, y en primera fila de uno de los acontecimientos sociales del año. Según ha podido saber ¡HOLA!, Marco Noyer, exnovio de Tamara Falcó, fue uno de los testigos de la ceremonia por parte del novio.
Noyer, de nacionalidad francesa y argentina, es gran amigo de Jean-Christophe Napoleón desde hace muchos años y el príncipe Bonaparte lo eligió para que ejerciera de testigo, por lo que el exnovio de Tamara Falcó ocupó un sitio de honor en la ceremonia, en la primerísima fila de la Catedral de San Luis de Los Inválidos. Les une una gran amistad y una misma profesión, ya que ambos tienen una formación académica similar y trabajan en el mundo de las finanzas.
Hace solo un año, en 2018, Jean-Christophe estuvo presente en la boda de Noyer con la heredera estadounidense Bryna Butler, en una romántica celebración en el Club Everglades, el más exclusivo de Palm Beach. En esa ocasión, el príncipe Bonaparte fue testigo de Marco, lo que demuestra la gran amistad que les une.
Marco Noyer saltó a la fama en España por su relación con Tamara. Se conocieron en el verano de 2006. A los pocos meses, él dejó París para trasladarse a Madrid a estudiar un máster en Administración de Empresas y, de paso, estar lo más cerca posible de Falcó. La relación funcionaba, los dos estaban encantados. Entonces, la propia Tamara nos confesaba que estaba ilusionada: «Estoy muy a gusto y nos hemos entendido muy bien. Él es encantador». Terminado el curso, terminó también la estancia de Marco en Madrid. Entonces, el joven, argentino de nacimiento pero de padre francés y madre austríaca, regresó a París.
Fue por aquella época cuando la hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón se trasladó a la ciudad del Sena durante casi un año. No obstante, no quiso dejar de lado sus compromisos profesionales, lo que le obligó a plantearse finalmente su regreso a España. Entonces se enfrentó a la prueba de fuego en toda relación: la distancia.
Los dos lo intentaron: Tamara viajaba a menudo a visitar a Marco en París o se trasladaba a Burdeos a la residencia familiar de los Noyer, pero pasaba el tiempo y los planes de futuro eran cada vez más complicados. En el invierno de 2010, ¡HOLA! anunció la ruptura de la pareja.
Napoleón y Arco-Zinneberg, la reedición de un matrimonio imperial