Su papel de Khal Drogo, fiero y guerrero jefe bárbaro en Juego de Tronos, ha supuesto para el popular actor Jason Momoa un antes y un después en su prolífica carrera cinematográfica. Aunque antes de su incursión en la conocida saga, el también productor y modelo estadounidense había alcanzado la fama con títulos como Aquaman o realizando su particular versión de Conan el Bárbaro, Momoa reafirmó su éxito a nivel mundial gracias a la ficción de los 7 reinos. Una importante repercusión que, tras la despedida definitiva de la misma el pasado mes de mayo, ha provocado que cualquier reaparición pública de sus protagonistas cobre una especial relevancia. Es el caso del marido de Lisa Bonet, quien ha protagonizado una divertidísima incursión en un programa de humor de la televisión americana.
Momoa hacía acto de presencia en uno de los populares sketches cómicos de Saturday Night Live, bajo la batuta del cantante Chance the Rapper. En la acción, el conductor que ejerce como juez dicta sentencia en diversos juicios rápidos recibe en la sala aun 'supuesto enfermero' (Momoa) acusado de haber robado a Gladys Feldman (Kate McKinnon), la señora a la que cuidaba y con la que convivía. Lo más gracioso es, sin duda, la apariencia con la que el peculiar cuidador aparece en escena. Entre gritos y aplausos se puede ver al intérprete con el torso descubierto y una chaqueta de leopardo. Las risas de los presentes no dejan de crecer cuando el protagonista de Juego de Tronos le explica a su señoría los motivos de su presencia en el juicio: "Escuche, señoría, veo como me está mirando y sé lo que está pensando". La respuesta del improvisado añade más diversión a la escena gracias a la risa controlada del mismo: "¿Que se acuesta con señoras mayores y luego les roba el dinero?". El atractivo enfermero continúa asumiendo su responsabilidad: "Puede ser. Pero no soy solo un gigoló tonto", y ante las acusaciones de robo opta por defenderse: "Ella me robó a mí antes... el corazón".
Una respuesta que desata unas carcajadas imparables cuando se le solicita al acusado que devuelva el dinero sustraído y los pendientes favoritos de la víctima. Ante la pregunta del juez acerca de las joyas, Momoa abre su abrigo y muestra que lleva los pendientes de McKinnon en los pezones. Un desternillante momento que, como era de esperar y dada la popularidad de su protagonista, está dando la vuelta al mundo.