No deja de enlazar proyectos y éxitos, Ana de Armas atraviesa una etapa inmejorable en el terreno laboral ya que ha conseguido hacerse un hueco en la meca del cine y su nombre es uno de los favoritos de cineastas, crítica y público. Sin embargo, y aunque ahora ocupa un lugar privilegiado en el mundo de la interpretación, la cubana ha confesado que lograr el sueño americano no ha sido un camino de rosas. No niega que sus primeros meses en Hollywood fueron complicados y encontró numerosas trabas que ha logrado transformar y convertir en un trampolín con el que ha conseguido llegar a lo más alto convirtiéndose en una chica Bond, dando vida a la mismísima Marilyn Monroe, participando en Blade Runner...
El sorprendente look de Ana de Armas que ha revolucionado a sus seguidores
Ana ha hecho un viaje al pasado y, en conversación con C magazine, ha recordado que su mudanza a Los Ángeles hace ya cinco años se produjo por una 'corazonada'. Convencida de que podría triunfar, cogió las maletas y se instaló allí a pesar de que apenas sabía hablar inglés, algo que dificultaba enormemente las reuniones con sus agentes o los directores de casting. De hecho, muchas de las pruebas que ha hecho han estado llenas de anécdotas que ha querido ahora compartir. "En la primera prueba me dijo el director de reparto que hablaríamos en un par de años, cuando hablara mejor inglés, y yo le dije que no, que hablábamos en dos meses. Él se rio y me dijo que estaba loca, que no podía hacerlo", recuerda. En otra ocasión cuenta que llevó a una prueba a su perro con ella ya que desde allí tenían que coger un avión.
A pesar de que tiene miles de seguidores que se interesan tanto por su día a día como por sus proyectos, la cubana, que en España saltó a la fama gracias a su papel protagonista en El Internado -serie en la que compartía reparto con Blanca Suárez, Martiño Rivas o Elena Furiase-, asegura que su punto fuerte no son las redes ni tampoco las entrevistas sino el trabajo. "Soy buena en el set. Estoy bien cuando estoy trabajando, ahí es cuando me siento más feliz, cuando estudio y me preparo", reconoce Ana, quien a pesar de tener una envidiable y meteórica trayectoria, sigue teniendo metas y sueños. Entre ellos, trabajar con Pedro Almodóvar. "Eso sería un sueño. Es una leyenda, es increíble. Ahora soy una chica Bond, pero me encantaría ser una chica Almodóvar. Seguramente audicionaré por él", ha avanzado.
La intérprete está saboreando las mieles del éxito y disfruta de todas las oportunidades que están llegando a su vida y todo el trabajo que tiene por delante, pero asegura que esta situación también implica ciertas renuncias en el ámbito personal. "Me estoy perdiendo a mis amigos, a mis padres, mi hogar... Pero la vida sigue y quiero ver qué oportunidades están por venir", ha comentado demostrando que sabe sacar la parte positiva y tener una actitud optimista y agradecida ante la vida.