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Alba Carrillo atraviesa uno de sus momentos más complicados en Gran Hermano VIP. A pesar de haber sido salvada por la audiencia del programa –con uno de los porcentajes más ajustados de la historia del reality-, no ha podido evitar romperse. La modelo no es capaz de olvidar todos los problemas que tiene fuera de la casa de Guadalix de la Sierra y estos han acabado pasándole factura.
Alba es una mujer con mucho carácter, que no duda en enfrentarse a quien haga falta si así lo cree necesario. Desde hace un par de semanas Gianmarco se ha convertido en su principal objetivo. El italiano decidió 'cambiar de bando' y acercar posturas con el grupo de Adara, algo que no sentó nada bien a Adara. Mientras todos los concursantes – salvo ella, El Cejas y Noemí- celebraban su cumpleaños, ella se excusaba diciendo que el no la había felicitado cuando fue el cumpleaños de su hijo y que ella pensaba hacer lo mismo. Además, el Súper facilitó al joven los ingredientes necesarios para preparar un tiramisú con el que celebrar su gran día y que le acercase un poco a su país de origen, algo que tampoco sentó bien a Alba, que pidió una tarta por el cumple de Lucas y no pudo soplar sus velas. Esta es solo una de las múltiples 'injusticias' que Alba Carrillo considera que el programa y la productora están teniendo hacia ella. La colaboradora de Ya es mediodía cree que solo sacan vídeos malos de ella para perjudicar su imagen y que hay trato de favor hacia otros compañeros.
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La curva de la vida también ha marcado un importante punto de inflexión en sus últimos días de concurso. Desde que la modelo confesase que el motivo por el que se encontraba participando en Gran Hermano VIP 7 era principalmente para poder mantener a su hijo y pagar los múltiples procesos judiciales que tiene abiertos contra el padre de este, el expiloto Fonsi Nieto, Alba no ha dejado de pensar en otra cosa. Su situación dentro de la casa es muy complicada ahora mismo y, aunque tiene "la cabeza fuera", también es consciente de que necesita el dinero del programa por el bien de su hijo.
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Esta situación ha llevado a la concursante al límite del abandono. Prácticamente no habla y no sale de la cama. Sus compañeros han percibido este bajo estado de ánimo y, aunque intentaron ayudarla, sus comentarios no hicieron más que provocar que estallase y acabase sufriendo un ataque de ansiedad. A esta fuerte discusión se le unía más tarde la monumental reprimenda que recibió más tarde por parte de Jorge Javier Vázquez, quien la invitó a abandonar el concurso después de que esta cargase contra los psicólogos del programa y los montadores de vídeos.
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