Es un rostro cada vez más habitual en la moda, pues se va haciendo un hueco trabajando duro y con esfuerzo. Lucía Rivera se define como “constante y humilde”, asegurando además que se esfuerza y trabaja duro por aquello que quiere. “En la moda se empieza muy temprano, maduras mucho antes. Mi vida es otra desde hace un año. Desde que empecé, con 15 o 16 años, soy otra persona” comentó la hija de Blanca Romero, durante la entrega de los premios Cosmopolitan. Aseguró que sus ganas de seguir creciendo en el mundo de la moda han aumentado, que su meta es llegar alto en su trabajo. “Entre mis metas está ser feliz, ser humana, llegar muy alto en mi trabajo… Me inspiran Blanca Padilla, Kaia Gerber...” comentó con una sonrisa, recordando algunos de sus modelos en la pasarela.
Su rostro delata que atraviesa un momento excelente a todos los niveles y no tiene reparos en decirlo ella misma. “Estoy muy feliz con todo. La relación con mi familia ha mejorado un montón, mi trabajo ha aumentado a un nivel importante. Me apetece seguir creciendo, soñando, amando…", enumera Lucía. Uno de los culpables de esta estabilidad es su novio, el piloto de motos Marc Márquez, del que ha hablado con enorme cariño. “Me inculca muchos valores de esfuerzo. Entrena mucho y se lo curra mucho” explica, y asegura que, aunque se dice que ella se ha convertido en su talismán de la buena suerte, el mérito es suyo por la dedicación que demuestra.
Aunque no ha querido desvelar cómo habían celebrado la última victoria del piloto en el Gran Premio de Japón, la décima de la temporada, sí que ha resaltado la naturalidad de su pareja, un rasgo que comparten. “Nos criamos en un ambiente muy normal, cuando te curras las cosas y no te las regalan es diferente. Él decidió no creérselo” y apunta con seguridad: “Es un buen hijo, hermano, novio, nieto, es todo. No me puedo quejar”. Todavía no se les ha visto juntos en público, pero, según Lucía, no sería raro que acudieran a algún evento juntos. “Es una sorpresa” ha contestado dejando una duda en el aire, para resolverla enseguida: “No está pensado, pero es algo natural, tendrá que pasar. No somos de mezclar nuestro trabajo, pero ocurrirá”.