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Sara Carbonero ha disfrutado de un agradable día con sus amigas portuguesas. La periodista quedó para desayunar con Irene Carrasco, mujer de Iván Marcano, futbolista del FC Porto; Teresa Valle, a quien ha definido como su 'ángel de la guarda', y Blanca Antón, pareja de Alberto Bueno, jugador del Boavista FC. "Desayunos que se alargan, echando de menos las bajas de este año", publicó Sara junto a esta imagen en blanco y negro. La periodista ha inaugurado así la temporada 2019-2020 en Oporto, ciudad a la que llegó en 2015 tras el fichaje de Iker Casillas por el equipo luso. A pesar de la complicada situación que está viviendo, la de Corral de Almaguer afronta con gran optimismo esta etapa y celebra las pequeñas cosas del día a día como si fueran instantes únicos y mágicos, de ahí que haya disfrutado al máximo de esta "mañana de pingos" con sus amigas.
Sara, que estaba guapísima con un look perfecto para una mañana de otoño en Oporto, se encuentra en pleno tratamiento tras ser intervenida de un cáncer de ovario el pasado 21 de mayo. La periodista ha pasado un verano muy complicado, aunque según ha confesado recientemente "ya somos más cicatriz que herida”. El principal apoyo de Sara en estos momentos ha sido Casillas. El guardameta está muy pendiente de la evolución de su mujer, y ella solo tiene palabras de agradecimiento para sus seres queridos. "Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado", reveló.
Casillas, por su parte, se recupera del infarto agudo de miocardio que sufrió el pasado 1 de mayo mientras entrenaba con su equipo, el FC Porto. Aunque el conjunto luso le incluyó en la lista de jugadores para la temporada 2019-20, sigue formando parte el staff directivo del FC Porto, a la espera de saber si volverá a ponerse los guantes o no. "Esto es un proceso rápido en lo físico, pero lento en la toma de decisiones. De aquí a marzo el doctor vera cómo es la evolución y si hay algún riesgo el primero que no lo tomará seré yo. Si se pueden dar bien las cosas decidiremos en una mesa. Ahora lo que hay que hacer es recuperarse y ver el camino que coge mi cuerpo", explicó recientemente.
Iker y Sara están más unidos que nunca. Casados desde el 20 de marzo de 2016, el matrimonio capea este temporal con enorme fortaleza y la alegría de sus dos hijos, Martín y Lucas, de cinco y tres años, respectivamente. "Son un chute de energía", ha manifestado la periodista en alguna ocasión.
Sara Carbonero e Isabel Jiménez, una amistad más allá de las pantallas
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