Dos siglos más tarde de que Napoleón Bonaparte contrajera matrimonio en segundas nupcias con María Luisa de Austria, los descendientes de ambos contrayentes se han dado el 'sí quiero' en la catedral parisina de Saint Louis des Invalides, en el mismo recinto en el que reposan los restos mortales del emperador. Los franceses han revivido este sábado su pasado imperial gracias a la boda entre Jean-Christophe Napoleón, conocido como príncipe Napoleón, y Olympia von und zu Arco-Zinneberg.
¿Quién es quién en la familia Bonaparte?
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La novia ha llegado radiante, del brazo de su padre, el conde Riprand von Arco-Zinneberg, y el novio, con un elegante chaqué, ha hecho lo propio con su madre, Beatriz de Borbón-Dos Sicilias. Para su gran día, Olympia ha apostado por un impresionante modelo palabra de honor de Oscar de la Renta. El diseño, confeccionado en un tejido de encaje que imitaba la forma de grandes hojas blancas presentaba ligeras transparencias de tul con efecto rejilla. La novia ha conjuntado la pieza con una chaqueta corta confeccionada en ese mismo tejido que disimulaba el imponente escote y sumaba elegancia al conjunto. Como toque final, un velo de tul semitransparente decorado con detalles de hojas al igual que el resto del vestido.
La lluvia que mojaba en la mañana de este sábado las calles de París no logró empañar un día en el que tanto los novios como los invitados rezumaban felicidad. A su salida de la Catedral de Saint Louis des Invalides, los felices recién casados eran recibidos por la multitud de invitados que les esperaba, paraguas en mano, entre aplausos. Tras la romántica ceremonia, se subieron a bordo de un espectacular descapotable rojo rumbo a la recepción que ofrecían en el Castillo de Fontainebleau.
La ceremonia ha sido oficiada por Monseñor Antoine de Romanet y ha reunido a un buen plantel de la alta sociedad y la nobleza gala y europea. El novio, que ha firmado las invitaciones como 'Su Alteza Imperial', es el pretendiente bonapartista al trono de Francia, que se lo disputa con Jean de Orleans, por parte de los orleanistas, y con el español Luis Alfonso de Borbón, por los legitimistas. La novia es una condesa austriaca hija de la archiduquesa austriaca Maria-Beatrix de Habsburgo y del Conde Riprand von Arco-Zinneberg. Con estas credenciales, la pompa estaba más que asegurada.
Entre los invitados han destacado Beatriz de York, que ha asistido con su prometido, Edo Mapelli Pozzi, con el que probablemente ha tomado buena nota de algunos detalles de cara a su próximo enlace. La hija de Sarah Ferguson ha deslumbrado con un vestido midi de estampado floral y pamela azul celeste. El italiano, por su parte, ha optado por el clásico chaqué negro con chaleco gris. También ha estado en el Palacio de los Inválidos el gran duque Enrique de Luxemburgo, buen amigo de los novios, así como Pablo de Grecia y su hija Olympia, Carlos de Borbón-Dos Sicilias, que ha ido acompañado de su esposa Camille y sus hijas María Carolina y María Chiara, y Alessandra de Osma y Christian de Hannover. También hemos podido ver entre los asistentes a Jaime de Marichalar, exesposo de la infanta Elena.
Si hay alguien que ha destacado entre los insignes invitados, esa ha sido Filomena de Orleans, esposa de Jean de Orleans, su rival en la pugna por una hipotética corona francesa. Aunque no hemos visto al pretendiente orleanista, la presencia de su mujer sirve para escenificar toda una reconciliación entre dinastías históricamente enfrentadas. Jean, aspirante orleanista desde la muerte de su padre, Henri, en enero de este año, ya se mostró dispuesto a fumar la pipa de la paz en más de una entrevista. Hace tiempo reconoció tener una buena relación con la abuela de Jean-Christophe, Alix de Foresta, por aquel entonces princesa de Napoleón, pero, además, la asistencia de Filomena a la boda está más que justificada en tanto que la novia es bisnieta de la princesa Ana Elena de Orleans, por lo que estaría emparentada con esta línea dinástica.
El lugar elegido para darse el 'sí quiero' no puede ser más simbólico ya que allí se encuentra la tumba de Napoleón Bonaparte. Se trata del mismo lugar al que Jean-Christophe acude cada 5 de mayo para rendir tributo a su antepasado con motivo del aniversario de su muerte. Aunque nunca falla a esta cita, a la que este año acudió con su prometida, ambos residen en Londres y allí planean iniciar su nueva vida de casados. El día a día del príncipe de Napoleón, de 32 años, es menos palaciega de lo que su título, que no tiene validez jurídica, pueda insinuar. Trabaja en un fondo de inversiones de la city londinense tras una dilatada carrera en el sector financiero. Por su parte, Olympia, de 31 años, creció en Estados Unidos, donde estudio ciencias políticas antes de volver a Europa, la tierra que reinaron buena parte de sus antepasados.
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