Mila Ximénez vive uno de sus momentos más bajos en GH VIP. La comunicadora lleva varios días prácticamente sin dejar de llorar y manifestando su deseo de abandonar la casa. A pesar de haber prometido ser fuerte y no amenazar con tirar la toalla más, Mila no ha podido evitar derrumbarse esta semana dada la complicada convivencia. "Ya no sé qué decir. El silencio me va a favorecer. Esta casa es un campo de minas y es para volverse loca. Lo que estoy ganando aquí me lo voy a gastar en psicólogos y en arreglos de cara porque he envejecido 25 años desde que estoy aquí", comentaba el pasado jueves antes de romper a llorar durante el último Límite 48 horas. "Me he venido abajo. No pasa nada", añadía. "Quiero respirar e irme de aquí", decía más tarde.
"Ayer tuve un día tonto. Intento sonreír, de verdad que le pongo ganas. Hay días que son más complicados. Físicamente cuando hay pruebas me canso más, pero estoy bien. Lo más difícil son los despertares. La rutina de ver a la misma gente, de no tener… El otro día me tiré al suelo aquí en el confe y todo. Hay mucha luz, hay mucho ruido. Normalmente en casa no se habla hasta que no me tomo un café. Llevamos ya casi mes y medio, pero creo que fuera se vive de otra manera", explicaba este jueves algo más optimista a Jorge Javier Vázquez durante la gala.
Lo que no esperaba Mila es que, en su momento más difícil, su hija Alba entrase por teléfono para enviarle todo el ánimo y apoyo del mundo. "Ay, por Dios. Uff…", decía al entrar a nominar al confesionario y ver un teléfono encima de la mesa. Después de dar sus puntos a Adara (1), Gianmarco (2) y Pol (3), el teléfono sonó. "Mamá. No tenemos mucho tiempo, quiero que me escuches, como si estuviésemos tú y yo hablando solas. Quiero que disfrutes de lo que estás viviendo, mamá. Todo lo de fuera sigue igual. Lo que tienes ahí es una experiencia única en tu vida. No lo veas siempre como algo tan difícil. Quiero que lo veas como un concurso en el que tienes que superar retos, pero siempre desde el sentido del humor. Haz tu concurso desde el humor y la alegría. Ahí tienes a compañeras que tienen ilusión por quedarse. Y tú también, mamá. Ya es tu hora de disfrutar de la ilusión, de verlo como algo positivo y de dar momentos de alegría", comenzaba diciendo la hija de Manolo Santana.
Uno de los momentos más emotivos de la conversación se produjo cuando Alba mencionó a sus hijos, que siguen el concurso de su abuela y disfrutan de sus mejores momentos. "Alexander y Victoria te ven vestida de pollo y bailando Bollywood y les parece maravilloso, porque desde los ojos de los niños es una aventura y quiero que lo veas así. Quiero que contagies la casa de positividad, de buen rollo. Cuando te ríes contagias tu sentido del humor a todos tus compañeros y esos son los momentos en los que me gusta verte. ¿Me vas a hacer ese favor? Te quiero ver bien. Estoy contigo", concluía.
"Tengo la impresión de que estoy haciendo un concurso en el que solo se ve que estoy mal y no es así. Pero tenéis razón. Cuando yo veía Gran Hermano de fuera no entendía por qué la gente se emocionaba tanto cuando hablaba con alguien del exterior, pero esto es muy grande. Me veo muy insegura sin maquillar. Aquí estoy con cinco modelos, es inevitable que me sienta así. Todas están ideales y yo por las mañanas soy un cristo, pero esas cosas me las tengo que quitar", decía Mila después de que se acabase el tiempo de su llamada antes de prometer que iba a intentar estar bien por sus nietos.