La madrileña plaza de Las Ventas vivía durante la jornada del 12 de octubre un fatídico momento, la grave cornada de Gonzalo Caballero cuando se enfrentaba a su primer toro de la tarde, Clavero, perteneciente a la ganadería de Valdefresno. La cornada del astado en su pierna izquierda le provocaba graves lesiones que obligaban al doctor Máximo García Padrós a intervenirle inmediatamente en el coso. Una operación de urgencia que, según ha contado su amigo Miguel Abellán en conversación con Hola.com, sirvió para "salvarle la vida". Posteriormente tuvo que volver a pasar por quirófano en la clínica San Francisco de Asís, donde el doctor Gandarias, cirujano cardiovascular, y su equipo "le recompusieron la arteria femoral y le hicieron un bypass".
Victoria Federica, muy preocupada tras ver en directo la cogida de Gonzalo Caballero
Primer parte médico de Gonzalo Caballero tras su segunda intervención
Han pasado ya 24 horas desde que Gonzalo sufriese esta grave cogida en la corrida enmarcada en los festejos del Día de la Hispanidad, pero su estado de salud sigue siendo "crítico". Abellán nos ha asegurado esperanzado que los médicos "todavía no pueden darnos nuevos informes, pero el hecho de que no haya noticias es una buena noticia". Tanto él como los allegados de Caballero se mantienen optimistas porque "la operación fue todo un éxito" y esperan que "por su estado físico y su edad evolucionen de manera favorable. Dicen que los toreros estamos hechos de otra pasta y confiemos en que sea así".
Miguel Abellán nos ha explicado que Caballero cuenta en estos difíciles momentos con el apoyo y el cariño de su círculo íntimo. "Los más cercanos han podido verle y su madre está al pie de su cama. Chiqui no se ha separado de él en ningún momento, al igual que su familia y amigos más cercanos", revelaba. Además, ha detallado que el joven diestro está "en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), completamente sedado desde anoche, con ventilación mecánica asistida".
"De momento nadie ha hablado de la necesidad de una tercera operación. Estamos a la espera de que la evolución sea favorable y no haya ninguna complicación. Tampoco hay fecha estimada para quitarle la sedación. En una cornada de carácter grave tienen que pasar entre 24-48 horas, y esta es de carácter muy grave por las consecuencias que tiene cardiovasculares y por las complicaciones que puede tener el hecho de que la pierna haya estado sin riego sanguíneo cinco horas, lo que deriva en que puede tener complicaciones a nivel renal, en los riñones", añadía.