Renée Zellweger regresa a la gran pantalla para recuperar su trono

Tras seis años apartada de los focos, la protagonista de 'El Diario de Briget Jones' convence a la crítica dando vida a Judy Garland

Por Gtresonline

Renée Zellweger ha vuelto al mundo del cine por la puerta grande y dando mucho que hablar. Tras apartarse de los focos durante más de seis años y después de vivir, como ella misma aseguró, una etapa muy difícil en su carrera en la que estuvo "mal aconsejada" y tomó "decisiones equivocadas", la protagonista de El Diario de Briget Jones está gozando de una nueva etapa profesional llena de éxitos. Después de explorar el mundo de las series de televisión en streaming con Dilema, la intérprete se encuentra en plena promoción de la película Judy, en la que da vida a la célebre actriz Judy Garland durante la etapa del ocaso de su vida. Un trabajo que, nada más estrenarse, le está reportando críticas muy positivas.

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La norteamericana, que se encuentra en plena promoción de este filme dirigido por el británico Rupert Goold, se perfila como una firme candidata al Oscar a la mejor actriz protagonista desde la presentación del mismo en el pasado Festival de Cine de Toronto. Su impecable interpretación y su sorprendente voz, hasta ahora desconocida en sus trabajos cinematográficos, han conseguido que los expertos que un día la criticaron por una falta de evolución se hayan rendido literalmente a sus pies, hasta el punto de que, diversos portales especializados en predecir éxitos cinematográficos, como Golden Derby, han llegado a acuñar el término de 'Renéecimiento'.

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En una reciente entrevista, la propia protagonista hablaba al programa Sunday Morning de la BBC del gran reto interpretativo que ha supuesto para ella este último trabajo: "Ha sido aterrador y maravillosa al mismo tiempo. Fue una experiencia increíble porque todo el mundo estábamos envueltos del amor que sentimos hacia Judy. Cada día era una celebración de su persona y por eso lo dábamos todo en cada escena". Un desafío para el que, como ella misma ha confesado, no se sentía lo suficientemente buena: "No podía creer que se hubieran fijado en mí para darle vida. Ella ha sido una de las artistas más importantes de todos los tiempos". Un papel para el que Renée se preparó a conciencia:  "Miraba vídeos de ella y luego me ponía frente al espejo para emular sus gestos, sus movimientos una y otra vez y así interiorizar su lenguaje sin hablar". Una investigación personal que ha vuelto a situar a la americana en un lugar privilegiado en la ansiada carrera hacia los Oscar.