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Brooke Shields solo tenía quince años cuando saltó a la fama con El lago azul. La película, basada en la novela The blue lagoon, del escritor irlandés Henry De Vere Stacpoole, cuenta las aventuras de Emmeline y Richard, dos primos que sobreviven a un naufragio y experimentan su despertar sexual en una isla desierta del Pacífico. La cinta causó furor en todo el mundo y España no fue la excepción. Millones de adolescentes de nuestro país vieron El lago azul en los cines. El Rey Felipe tenía solo doce años, así que probablemente no pudo ver el filme en su estreno, ya que estaba recomendada para mayores de trece. Pero, seguramente, el entonces Príncipe de Asturias sí escuchó hablar de Shields, que ese mismo año se convirtió en un icono gracias a esta cinta y a una provocativa campaña publicitaria para Calvin Klein.
Lo que ni Don Felipe ni Shields sabían entonces es que eran familia. La actriz lo supo hace unos años cuando aceptó participar en el programa de televisión estadounidense Who do you think you are?, una serie documental producida por Lisa Kudrow que bucea en el pasado de los famosos. Cada semana una celebridad hace un viaje para trazar su árbol genealógico y cuando le tocó a Brooke, descubrió que sus antepasados paternos se remontan hasta Enrique III de Navarra y IV de Francia, el primer Rey Borbón del país galo.
Pero sus lazos con la Familia Real española son todavía más estrechos. Y es que Shields es sobrina nieta de la Infanta Beatriz de Borbón y Battenberg, hermana mayor del Conde de Barcelona, y, por lo tanto, prima del Rey Juan Carlos y de su hijo, el Rey Felipe. Su abuela paterna era la princesa Donna Marina Torlonia dei Principi di Civitella-Cesi, una adinerada aristócrata italiana que se casó con el tenista estadounidense Francis Xavier Shields. El matrimonio tuvo dos hijos: Francis Alexander, padre de Brooke; y Marina.
Ahora, la estrella de Hollywood ha recurrido a su parentesco real como fuente de inspiración para diseñar una colección de joyas junto a Robert Procop, joyero de celebrities como Angelina Jolie -creó el anillo de compromiso de la diva para su boda con Brad Pitt- o Hilary Swank. Brooke la ha bautizado “Legacy” (Legado): brazaletes, pendientes, anillos y gargantillas con zafiros rosas y blancos, diamantes, amatistas y jade blanco. Una línea de piezas opulentas y elegantes que fascinarían a la mismísima Reina Victoria Eugenia, gran amante de la alta joyería.
Parte de los beneficios generados por la venta de estas joyas servirán para financiar los proyectos de House of Ruth, un centro en Los Ángeles que funciona como hogar temporal para mujeres y niños sin techo o en riesgo de exclusión. El dinero recaudado permitirá ampliar los proyectos de esta ONG: programas de prevención, formación, y actividades recreativas para aquellas madre e hijos que están huyendo de la violencia doméstica y de género. Brooke quería que su colaboración con Robert Procop fuera solidaria. Nobleza obliga.
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