Algo tiene el plató de Pasapalabra que entre definiciones, letras de canciones y roscos imposibles, Cupido se ha hecho un hueco y ha acertado con sus flechas en más de ocasión. Además de encontrar la respuesta correcta a sus preguntas, Almudena Cid encontró también las palabras adecuadas para llegar al corazón del presentador Christian Gálvez en un auténtico flechazo televisado que ya ha pasado a los anales de la historia de la televisión y que acabó en boda hace ya nueve años. Ahora que el formato deberá decir adiós por orden del Tribunal Supremo, recordamos historias de amor cuya llama se prendió en el mítico concurso.
El formato llevaba poco tiempo en Telecinco y Christian Gálvez no podía imaginar que una de las invitadas le iba a cambiar la vida. Desde el primer momento en que Almudena Cid se sentó en su sitio en el equipo azul se inició un coqueteo entre la gimnasta y el presentador que desembocó en un intercambio de piropos en todo regla hasta que el mostoleño entre risas se lanzó insinuando que eran "almas gemelas predestinadas", basándose en sus horóscopos y fechas de nacimiento. A pesar de lo aventurado de sus afirmaciones lo cierto es que lo que empezó como un flirteo en directo, acabó en una romántica boda el 12 de agosto de 2010 y ahora forman una de las parejas más consolidadas del panorama televisivo.
Gálvez confirmó en más de una entrevista lo que era evidente a ojos de los espectadores, que lo suyo fue amor a primera vista. Desde entonces Almudena acudió más veces al programa y las declaraciones de amor mutuas ya fluían sin tapujos. Recientemente, tras más de una década de relación a sus espaldas demostraban que están tan enamorados como el primer día y sorprendieron a los concursantes y al público con un beso de película.
La semilla del amor ya estaba plantada en el programa y la gimnasta y el presentador no ha sido la única pareja que se conoció en el plató. Ana Guerra y Miguel Ángel Muñoz coincidieron por primera vez en el concurso de Telecinco en el verano del año pasado y su excelente sintonía ha acabado por desembocar en algo más. En aquella ocasión, la cantante y el actor compartieron muchas risas y miradas cómplices, sobre todo cuando la canaria se animó a cantar su canción Ni la hora. El actor la miró atentamente y no pudo dejar de sonreír durante la actuación de la extriunfita.
Ahora es el momento de despedirse del programa que a algunos les trajo el amor y a otros la fortuna, ya que ha entregado el segundo bote más alto de la televisión por detrás de Boom. Uno de los momentos más emotivos del concurso lo vivimos gracias a un emocionado Fran que tras 168 programas conseguía hacerse con más de un millón y medio de euros.