Cuatro meses meses después del trágico accidente de tráfico que se cobró la vida del futbolista José Antonio Reyes y la de su primo Jonathan, las investigaciones del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil todavía no han finalizado, aunque se han desvelado algunos datos que podrían aportar luz sobre lo sucedido.
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Aunque en un primer momento se atribuyó como principal causa del accidente el exceso de velocidad las conclusiones preliminares de la investigación han señalado que quizás el fatal desenlace no fue debido a la velocidad sino que el principal responsable pudo ser el mal estado de los neumáticos.
Sin embargo, la investigación aún no ha sido cerrada y todavía se siguen analizando minuciosamente todas aquellas pruebas que puedan aportar luz al caso. Al parecer, el vehículo que conducía el futbolista, Mercedes Bravus S550, llevaba algún tiempo sin ser utilizado y Reyes avisó a su hermano para que este le llevara a hacer una puesta a punto. Aunque el coche pasó la ITV, una rueda comenzó a dar problemas al deportista, que por aquel entonces jugaba en el Extremadura, por lo que decidió llevarlo al taller.
Según la información ofrecida por el programa Ya es mediodía, la clave del accidente para los investigadores estaría en una llanta defectuosa que provocó el reventón de la rueda. Es por ello que la Guardia Civil investiga si los materiales cambiados eran defectuosos o con mala calidad y su hubo una negligencia en el taller que luego costó la vida al futbolista y su primo.
De no haberse producido este reventón, las consecuencias habrían sido distintas y probablemente no hubieran sido tan graves como acabaron siendo.
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