En el año 2001, Mónica Naranjo firmó el álbum Chicas malas, un trabajo con títulos como No voy a llorar, Lágrimas de escarcha o No puedo seguir. Estos temas no suenan en la gira de la intérprete, Renaissance (la última vez que cantó Lágrimas de escarcha fue en su espectáculo Madame Noir en 2016), con la que conmemora el 25º aniversario de su primer disco, una ausencia en su repertorio que muchos han cuestionado, preguntándose por qué deja fuera su cuarto disco de estudio. Ha sido ahora, a través de un sincero mensaje en vídeo, cuando la intérprete ha compartido con sus seguidores el personal motivo que la ha llevado a evitar estas melodías. “Sé que hace unos meses os dije que cantaría una canción de Chicas Malas... lo he intentado y no puedo... pero creo que debo entonces explicaros por qué…” escribió junto al clip.
Comienza entonces la artista a contar algo que nunca ha compartido. “Mi hermano Enrique enfermó, se puso muy enfermo durante la grabación de Chicas malas. Tuve que parar la grabación e irme con él al hospital. No sabíamos si iba a salir vivo o no”. Pasado un tiempo y tras mejorar, Mónica relata que le pasaron a planta, un lugar en el que ella no quiso tampoco dejarle solo. “Cuando salió del peligro lo pasaron a planta, pero no quería dejarle solo así que me pasé la vida en el hospital con él”. Mónica recordó entonces un detalle que no le gustó. “Empezaron a presionar desde las discográficas. Amenazaron con demandarme si no volvía al estudio para seguir con la grabación. Ante la amenaza, me vi obligada a dejar a mi hermano solo en esa planta del hospital” relató.
Fue en ese momento cuando atravesó un duro episodio que no puede olvidar. “Esa última mirada de mi hermano la tengo aquí” repitió señalándose el corazón. “Es algo que me han hecho detestar, es un rasgo que vi tan deshumanizado dentro de la industria, que ¿cómo no te va a dar asco?”. Cuenta que conocían la situación en la que se encontraba, por lo que le dolió lo ocurrido. “Años más tarde mi hermano murió. ¿De qué me sirve hacer el ejercicio de tocar un disco así si solo me mueve dolor?” se pregunta. Estas palabras de la intérprete desataron una oleada de mensajes de apoyo de amigos y seguidores, animándola y aplaudiendo su sinceridad y su decisión.
“Totalmente de acuerdo, ¿de qué sirve remover dentro de ti cosas que solo te llevan a volver a sentir ese dolor? Aquí estamos para aprender de él cuando nos llega, pero no para volver al mismo lugar si nada bueno nos aporta. Cualquiera que se ponga en tu piel entenderá que no quieras jamás cantarlo de nuevo” escribe Barei. “Qué grande eres compañera” pone Pitingo. Ante las muestras de cariño, Mónica añade unas palabras de agradecimiento: “A todos, gracias... Gracias por escucharme y comprenderme, gracias por compartir vuestras palabras llenas de amor. Os amo”.
En una entrevista en La vanguardia, en 2011, Mónica recordó la difícil pérdida de su hermano: "Enrique falleció a los 29 años víctima de una depresión. Hace cuatro años decidió que no quería vivir más. Él era mi mejor amigo (...) Enrique solía ir a la Almadraba, una cala en la Costa Brava, para reflexionar. Ese fue el lugar que escogimos para esparcir sus cenizas; era noviembre y había tramontana. Cuando las arrojamos al mar, un grupo de mariposas blancas revoloteó a su alrededor. Esa fue la señal de que mi hermano se liberó. Esté en el país que esté, cuando atravieso por momentos difíciles Enrique aparece en forma de mariposa, y siempre son de color blanco". Desde su muerte, en muchas ocasiones le ha homenajeado con cariñosos mensajes.