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Criminal es una de las sensaciones de la temporada televisiva. La serie de Netflix muestra un escenario muy focalizado, una sala de interrogatorios. Ahí, detectives se enfrentan con supuestos criminales a los que interrogar para conseguir hallar las respuestas a diferentes crímenes. Emma Suárez da vida a la inspectora María, que se enfrentará a interrogatorios con Eduard Férnandez, Inma Cuesta y Carmen Machí. Tres historias independientes, que suceden en prácticamente 20 metros cuadrados y donde los diálogos cobran todo el protagonismo. Pero si la producción española ha logrado buenas críticas, Netflix tiene además tres versiones: la de Reino Unido, Francia y Alemania. Las cuatro series de la plataforma de contenidos funcionan de la misma manera: tres capítulos, tres historias y una sala de interrogatorios.
David Tennant es el actor con más cartel de las cuatro versiones de Criminal. A diferencia de papeles como el de Broadchurch, en este caso el inglés se pone en la piel de un doctor acusado de un atroz crimen sexual con su hijastra. Impasible, el actor de Doctor Who ha recibido enormes críticas positivas por su actuación en el primer episodio de Criminal: Reino Unido. Los otros dos casos expondran a una supuesta asesina de su cuñado que empleó envenenamiento y el interrogatorio a contrareloj de un conductor de camión que conoce el paradero de numerosas inmigrantes en peligro de muerte.
Francia tiene el episodio más diferente de todas las versiones internacionales. Aunque a nivel técnico y narrativo sea exactamente igual, el primero de sus episodios narra como una sospechosa se vio envuelta en el atentado de la sala Bataclan, que sucedió en la realidad en noviembre del 2015. Criminal: Francia también destaca por incluir casos con un fuerte caracter social, que busca mostrar la realidad a la que se enfrenta la población del país, por ejemplo, incluyendo un delito de odio.
Criminal: Alemania cuenta con la interpretación estrella de Sylvester Groth. El actor alemán fue la gran novedad de la segunda temporada de Dark, convirtiéndose en uno de sus alicientes. Como suele ser habitual en las ficción teutonas, los casos suelen tener una mirada al pasado del país con la Segunda Guerra Mundial. Argumentalmente presenta a dos detectives muy diferentes y con tensiones entre ambos: el veterano e irascible policía a la vieja ausanza y una joven detective que se encuentra esperando su primer hijo.
Contando con la española, las cuatro versiones suman un total de 12 episodios en los que nada es lo que parece. Una lucha a contrareloj que buscará encontrar la verdad. Una sala de interrogatorio y la palabra por delante que ha conseguido enganchar a los espectadores de Netflix.
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