Raquel Morillas es una de las concursantes más recordadas de la tercera edición de Gran Hermano. A pesar de no haber podido conseguir el ansiado maletín, la participante permaneció en el reality hasta la tercera gala y abandonó la casa de Guadalix de la Sierra habiendo encontrado el amor en Noemí Ungría. La vida de la pareja, que llegó a darse el 'sí, quiero', cambió radicalmente en 2003, cuando sufrieron un grave accidente de tráfico con el coche que conducía Noemí. Tras permanecer varias semanas en estado grave, a Raquel le quedaron secuelas que la han permitido acceder a un puesto como vendedora de cupones. La propia protagonista ha explicado en su canal de YouTube cómo ha sido el proceso y la formación hasta conseguir su nuevo trabajo.
"Os cuento que voy a trabajar en la ONCE si soy capaz de pasar cuatro días de formación y el examen que nos hacen. Como sabéis, tuve un accidente que me dejó unas secuelas que son de por vida y eso me hace tener una discapacidad", comenzaba la colaboradora de televisión en el vídeo, donde se muestra muy ilusionada con esta oportunidad. Raquel ha comentado con sus seguidores cómo han sido sus clases, sus jornadas de estudio y las calificaciones de sus exámenes. "¡Tengo muchas ganas! Sé que me va a dar un poco de vergüenza ir por la calle vendiendo, pero sé que eso tiene que pasar. Estoy feliz y sé que ya me tocaba que pasara algo bueno y que luego vendrán todas de golpe", reconocía la ex 'gran hermana'.
"¡Ya está! He terminado el curso, he aprobado y solo tengo que esperar a que me llamen para salir a hacer la formación con gente veterana. Creo que son solo dos días la formación, así que en seguida me veréis con el chaleco de la ONCE repartiendo ilusión y haciendo muy feliz a la gente. ¡Espero repartir muchos premios!", concluía Morillas, asegurando encontrarse muy feliz.
La vida no solo ha cambiado para Raquel en el terreno laboral. El pasado mes de julio, la colaboradora celebraba que era una mujer divorciada: "Hola familia. Al final todo sacrificio tiene su recompensa y, por fin, después de luchar y esperar, ya soy una mujer divorciada". Tras poner fin a su breve segundo matrimonio, la ex de Noemí Ungría iniciaba una relación con Noah, una antigua amiga con la que con la que retomó el contacto por chat y de la que, desde entonces, no se ha separado.