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Fue el pasado 4 de septiembre cuando Peter Lindbergh fallecía con 74 años, dejando un vacío enorme en el mundo de la moda, al que dedicó gran parte de su vida y en el que destacaba por ser uno de los fotógrafos más prestigiosos. Ha sido ahora, tres semanas después, cuando se ha celebrado su funeral en la iglesia parisina de Saint Sulpice, donde su mujer, Petra, su exmujer, Astrid, sus cuatro hijos, Benjamin, Jérémy, Simon y Joseph, y sus nietos, han recibido el afecto de familiares, amigos y compañeros que han querido dar el último adiós a este destacado profesional que tuvo el privilegio de fotografiar a algunas de las modelos más icónicas.
Hasta el citado templo, famoso porque en su interior se grabaron gran parte de las escenas de El Código Da Vinci, se acercaban la tarde de este miércoles a despedirse de Peter multitud de rostros conocidos como Kate Moss, Bella y Gigi Hadid, Anna Wintour, Cindy Crawford y su hija, Kaia Gerber, el matrimonio formado por Salma Hayek y François-Henri Pinault, Naomi Campbell, Milla Jovovich, Carla Bruni, Julianne Moore o Marta Ortega, entre otros.
La heredera del imperio Inditex llegaba de riguroso luto con traje negro, mocasines y sombrero, e intentaba mantenerse en un segundo plano en la despedida de este fotógrafo al que consideraba un amigo. De hecho, cuando Peter falleció, el diseñador Alber Elbaz compartía una divertida imagen de ellos dos paseando junto a Marta, quien reaccionaba rápidamente a esta instantánea. "Me encanta esta foto de nosotros. Le echaremos de menos de verdad", aseguraba Ortega. De hecho, en Zara Home está en venta el libro que Pter lleva en la foto en la mano, en el que se recopilan 400 fotos en las que Lindbergh, según indica la web, "rinde homenaje a la elegancia y sensualidad de la mujer".
Hace prácticamente un año, Marta Ortega y Carlos Torretta contaban con Peter para el día más especial de su relación, el de su enlace, celebrado en la más estricta intimidad en La Coruña. La pareja quiso que fuese el fotógrafo quien inmortalizase algunos de los mejores momentos de este "sí, quiero". De hecho, las dos instantáneas que compartieron con la prensa, pertenecientes a la ceremonia civil, son hechas por Lindbergh y tienen, por supuesto, el sello personal del artista nacido en Polonia: el blanco y negro. En ellas se desvelaba el secreto mejor guardado de la novia, su look nupcial, firmado por Valentino.
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