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Iker Casillas sigue recuperándose del infarto agudo de miocardio que sufrió el pasado 1 de mayo mientras entrenaba con su equipo, el FC Porto. El portero, de 38 años, declaró este martes que se encuentra bien y que el día que se retire será el primero en comunicarlo. "Estoy bien después de lo que pasó hace 4 meses y 23 meses días. Estoy recuperando la forma física, es un proceso que no es lento, pero los que hayan tenido un infarto saben que la medicación te hace ser cauto. Son retos que te pone la vida y lo importante es que estoy aquí disfrutando de este momento", dijo Casillas, durante un acto en las instalaciones del Club de Fútbol Pozuelo, al que apoya mediante un acuerdo a través de su Fundación.
El que fuera portero del Real Madrid y la selección española de fútbol mira al futuro con optimismo, pero prefiere ser cauto. "Esto es un proceso rápido en lo físico, pero lento en la toma de decisiones. De aquí a marzo el doctor vera cómo es la evolución y si hay algún riesgo el primero que no lo tomará seré yo. Si se pueden dar bien las cosas decidiremos en una mesa. Ahora lo que hay que hacer es recuperarse y ver el camino que coge mi cuerpo", confesó.
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Aunque el conjunto luso le incluyó en la lista para la temporada 2019-20, Casillas continúa formando parte del staff directivo del FC Porto, a la espera de saber si volverá a jugar o no. Lo que tiene claro el portero madrileño es que el día que tenga que retirarse, "por ley de vida", será el "primero en comunicarlo" sin ningún problema.
Aquel 1 de mayo, Casillas sintió un fuerte golpe en el pecho que le dejó tirado sobre el césped y apenas podía respirar. Inmediatamante fue trasladado al hospital aquejado de un ataque al corazón. El portero tenía obstruida la arteria coronaria derecha y fue intervenido de urgencia para practicarle un cateterismo cardíaco y colocarle un stent. "Tendré que hacer reposo un par de semanas o varios meses. La verdad es que me da igual. Estoy bien, lo puedo contar y lo podéis ver. No sé lo que será el futuro, lo importante es estar aquí", dijo el guardameta al abandonar la clínica de la mano de Sara Carbonero.
Además de seguir con su recuperación, el de Navalacruz está muy pendiente de la evolución de su mujer, que se encuentra en pleno tratamiento tras ser intervenida de un cáncer de ovario el pasado 21 de mayo. La periodista, de 35 años, ha pasado un verano muy complicado, pero según ha confesado recientemente “ya somos más cicatriz que herida”.
El sentido del humor de Iker Casillas tras unos meses muy complicados
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