Ona Carbonell anuncia por sorpresa su retirada temporal para cumplir su sueño de ser madre

“Quiero dedicar más tiempo a mi familia, que siempre está a mi lado, cuidarla como se merece y también ampliarla" , ha señalado la nadadora de natación sincronizada

Por hola.com

Va a costar asimilar durante un tiempo, que Ona Carbonell no representará a nuestro país en la categoría de natación sincronizada en los Juegos de Tokio 2020. La nadadora ha anunciado, mediante un comunicado, que abandona la competición temporalmente para dedicar más tiempo a su familia. "Aunque el momento pueda sorprender, hay diversos factores relacionados con mi familia cercana que me empujan a ello", explica la deportista. “Quiero dedicar más tiempo a mi familia, que siempre está a mi lado, cuidarla como se merece y también ampliarla. Como mujer y deportista, conciliar mi vida profesional con la personal implica asumir decisiones como esta y dejar el deporte a un lado temporalmente, sin que esto signifique que vaya a renunciar a mi carrera como nadadora” añade la catalana.

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Ona, que cuenta en su palmarés con 23 medallas 8 (un oro, 11 platas y 11 bronces), comentaba recientemente en una entrevista en El País, que la experiencia no era una garantía de éxito. “Cada vez me impone más respeto seguir estando ahí arriba, porque soy más mayor, las rivales cada vez son mejores…” declaraba la nadadora. Sin embargo no ha sido este “respeto” el que le ha llevado a no competir en los que serían sus terceros Juegos Olímpicos, sino sus sentimientos y su corazón. “No os podéis ni imaginar lo que me cuesta dar este paso ahora, pero creo que tengo que ser honesta conmigo misma, y por supuesto con mis entrenadoras y compañeras de selección, y aceptar que mi cabeza y corazón me piden más tiempo para mí y para mi familia.” afirma Ona. 

Y aunque ahora la nadadora podrá llevar una vida más normal, alejada de la presión que conlleva pertenecer a la élite, ha dejado claro que no piensa alejarse demasiado del agua. “Pero mientras esto dure no estaré lejos. Seguiré intensamente vinculada al equipo, apoyando a mis compañeras en todo momento y trabajando de una manera diferente de la que lo he hecho hasta ahora, para más adelante poder volver a estar en el agua con ellas en futuros compromisos deportivos” aclara Ona. 

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La nadadora, que viene de conseguir tres medallas en los Mundiales de Gwangju (Corea del Sur), reconoce que "ha tenido un año espléndido", pero que ha llegado a ese punto en el que sus prioridades han cambiado aunque reconoce que hay cosas que nunca podrá olvidar. “Tengo grabada en la memoria mi primera participación en unos Juegos Olímpicos. Fue en Londres, en el año 2012, y lo recuerdo como uno de los momentos más especiales de mi vida. Un sueño de niña que se convirtió en realidad y que, además, tuve la gran suerte de poder repetir cuatro años más tarde en Río de Janeiro. Sin embargo, este año, a las puertas de un nuevo reto olímpico, me hallo en una situación personal diferente. Tras meditarlo mucho con mi familia, hablarlo y valorarlo detenidamente con mi entrenadora, y posteriormente con el resto del equipo, he decidido que en este momento quiero dar un paso a un lado”. 

Un paso en el que Ona no tendrá que levantarse cada día a las seis de la mañana, ni entrenar durante más de 10 horas seguidas, tiempo que dedicará a las personas que siempre han estado a su lado, en los buenos y en los malos momentos y hacer realidad su sueño de ser madre.