¡Vuelve a los escenarios! Blanca Romero retoma su carrera como cantante
La asturiana vuelve a los escenarios con un grupo llamado 'Shalala' del que forman parte algunos de sus mejores amigos
Comenzó a trabajar en la moda siendo solo una adolescente - tenía 16 años cuando consiguió en Japón su primer contrato- y decidió que esa era la profesión a la que quería dedicarse el resto de su vida. Sin embargo, Blanca Romero es una mujer inquieta por naturaleza y según fueron avanzando los años sintió también el gusanillo de la interpretación y de la música, un mundo en el que se adentró en 2016, cuando inició su andadura como cantante bajo el nombre de La Perra. Aunque aquella carrera como solista no tuvo un largo recorrido, ella nunca ha dejado de interesarse en este arte en el que ha decidido probar suerte de nuevo.
"Nunca lo he dejado del todo. La formación en canto ha sido constante", asegura la asturiana en El Comercio, donde revelan que Blanca se ha adentrado en una nueva andadura musical en la que esta vez no está sola sino que forma parte del grupo Shalala, en el que pone voz a sus canciones, con un destacado carácter intimista. "Las letras son las de aquellos jóvenes indies que se han convertido en cuarentones conservadores", dice el resto de la formación, compuesta por Pelayo Pastor, encargado de la batería, Isaac Sastre, guitarrista, Pablo Rivero, bajista, y Helios Amor, a los mandos del teclado.
Es precisamente Helios quien ha hecho posible que Blanca dé el paso de retomar su carrera como artista. Una idea que surgió por casualidad hace ya un año, el tiempo que llevan dando forma a Shalala. "Acababa de mudarme de casa en Gijón y me llamó para ver si me apetecía subir un día a ensayar. Me aburría y me vine, y un año después seguimos dando la nota", revela la modelo, quien tiene ganas de despegar y comenzar a hacer sus primeros conciertos para tener una toma de contacto con el público y ver la acogida que tienen.
De momento, y hasta que pongan en marcha su agenda de conciertos, los cinco integrantes de Shalala ensyan con frencuencia en un pequeño garaje en el que comparten espacio con trajes y tablas de surf, raquetas, guantes de boxeo, cuadros y una bandera de Asturias. Un ambiente desenfadado con el que queda claro que la principal intención que tienen todos ellos es disfrutar y divertirse con su pasión común.
Blanca compagina los ensayos del grupo con sus compromisos como modelo y consigue organizar todo a la perfección para estar el máximo tiempo posible con familia, con la que disfruta en Asturias de una vida relajada. No cabe duda de que Blanca está atravesando una etapa muy dulce en la que se siente especialmente feliz de ver triunfar a su hija Lucía. La joven decidió seguir sus pasos y está cumpliendo su sueño de abrirse un hueco en el mundo de la moda. Además, en lo personal la suerte también le sonríe ya que está muy ilusionada gracias a su romance con el piloto Marc Márquez.