Primer jueves de expulsión en Gran Hermano VIP. Después de que el martes pasado Hugo Castejón se salvara de las nominaciones gracias al voto del público -algo que cayó especialmente mal a Mila Ximénez- la audiencia tendrá que decidir entre Irene Junquera y Anabel Pantoja. Una de las dos se convertirá esta noche en la primera expulsada de la séptima edición del reality, que no puede haber empezado más fuerte. La situación mantiene en vilo a la familia de Anabel, que se está dejando la piel para que permanezca dentro de la casa.
Isabel Pantoja fue la primera en reaccionar con un mensaje a todos los 'pantojistas'. "Estamos votando a muerte a mi Anabel, ella no puede salir, ella es el alma de la casa y tiene que seguir. Igual que me habéis apoyado a mí, igual que apoyamos a Kiko, a Irene, a mi hija, tenemos que apoyar a Anabel. Por favor, os lo pido a todos mis pantojistas del mundo entero. Mi Ana no puede salir, mi Ana es mi Ana, como si fuera mi hija. Por favor ayudadnos. Estamos votando a muerte, tenemos 16 líneas abiertas, que no digan que no votamos. Tiene que salvarse ¡Viva mi Anabel!", son las palabras que la cantante ha dirigido a todos sus seguidores a través de un audio en redes sociales.
Horas depués, Kiko Rivera se sumaba a la petición con un vídeo en el que pide directamente el voto de salida para Irene: "Llegamos a jueves, primer jueves de expulsión. Anabel no se puede marchar. Es verdad que Irene me cae muy bien pero mi prima es mi prima. Anabel estamos contigo ¡Te quedas!".
La colaboradora de Sálvame tenía muchas ganas de participar en esta aventura y así lo ha manifestado en varias ocasiones tanto fuera como dentro de la casa. Desde que está nominada, y más desde la salvación de Hugo Castejón, está viviendo días duros. "Es mi sueño y que pueda acabar tan pronto me asusta", se sinceraba entre lágrimas, "sé que me vengo siempre abajo. Lloro cada cinco minutos, pero soy más fuerte de lo que parece". "Por favor, pido a la audiencia que me salve y que me deje seguir viviendo este sueño alucinante. No me quiero ir tan pronto", se dirigía al público en su alegato de salvación desde el confesionario.