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Naty Abascal atraviesa por un momento complicado y muy triste. Recientemente ha dicho adiós a uno de sus hermanos, Salvador Abascal Romero-Toro, que fallecía a los 65 años de edad, dejando completamente desolada a su familia y, por supuesto, también a la sevillana. Según ha podido saber HOLA.com, Salvador, que actualmente estaba divorciado y siempre fue el menos conocido de todos los hermanos de Naty, ha sido incinerado.
Cabe recordar que Naty Abascal se crio en una familia numerosa. Sus padres, Domingo Abascal y Fernández -un abogado y dueño de un negocio de aceitunas- y María Natividad Romero-Toro y Noriega, tuvieron once hijos, dos de ellos gemelos: Naty y Ana María, con quien Naty daría sus primeros pasos en el mundo de la moda con solo 21 años. María Natividad, que fue por cierto la primera mujer que abrió una boutique en Sevilla, murió en enero de 2005 a los 88 años, dejando también desolados a todos sus hijos.
Tres años después, Naty despedía de nuevo a un miembro de su familia, en esta ocasión a su hermano Antonio, esposo de Gracia Valdenebro, que falleció en septiembre de 2008 a causa de una enfermedad. El destino ha querido que once años después de aquel entierro, la editora de moda haya tenido que volver a vivir una situación similar, con la muerte de su hermano Salvador.
La madre del duque de Feria, que es sin duda alguna una de las mujeres más elegantes de nuestro país -no en vano está considerada como un icono de elegancia- volvió a sufrir un duro revés hace ahora cinco años, cuando perdió al que ella consideraba "un hermano, un amigo, parte de mi vida. Nunca habrá otro igual... siempre estarás en mi corazón". Se refería al diseñador Óscar de la Renta, que falleció en 2014 como consecuencia de un cáncer, dejando de nuevo desolada a Naty Abascal.
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