Britney Spears está teniendo que hacer frente a muchos cambios. Hace escasos días salía a la luz una noticia en la que se aseguraba que el padre de sus hijos y exmarido, Kevin Federline, había conseguido la reducción de la custodia correspondiente a la artista. Así lo recogía People, donde el abogado del bailarín, Mark Kaplan, hizo oficial la sentencia, por la que la cantante de Baby one more time se quedaba con tan solo un 10% de la misma, viéndose reducido el tiempo que puede pasar con sus hijos a ese porcentaje. Sin embargo, este no es el último duro revés al que deberá adaptarse.
Según apunta el mismo medio, su padre, hasta ahora tutor de la cantante de Misisipi, habría renunciado a mantener esa responsabilidad, además de la de co-conservador de sus bienes patrimoniales, posición que ejercía junto al abogado Andrew Wallet desde que un tribunal así lo estimara en 2008. Jamie Spears habría presentado los documentos legales para ceder estos poderes de forma temporal por motivos de salud, según recoge TMZ. Finalmente, la responsabilidad que ejercía ha pasado a Jodi Montgomery, que a partir de ahora será la tutora temporal de la artista.
"Jamie tiene que concentrarse en su salud. También le dijeron que lo mejor es renunciar temporalmente debido al informe policial (…) parece estresado al respecto, y no es una situación en la que él quiera estar", revelaba una fuente cercana al padre de la 'princesa del pop', haciendo referencia al altercado que este vivió recientemente con su nieto Sean.
Según se relata el acontecimiento, Jamie Spears se molestó con el joven de 13 años y abrió una puerta de un golpe produciéndose el contacto físico que hizo que Sean "se asustara y se enfadara". Esto provocó que Kevin Federline solicitara la modificación de los términos de la custodia y, como consecuencia, Britney estaría especialmente molesta con su padre, al considerar que ha puesto en peligro la relación con sus propios hijos.
Los abogados de Britney habrían estado presentes en su nombre durante aprobación en el tribunal este mismo lunes ya que, según asegura Jamie a People, ella es "capaz pero no está dispuesta", no quiere impugnar el procedimiento ni se opone al cambio temporal de cuidador. Entre los poderes que esto implica está, por ejemplo, tener acceso completo a sus registros médicos y psiquiátricos o restringir o limitar las visitas. A estas medidas se tuvo que llegar a causa de la inestabilidad mental por la que se declaró que la cantante era incapaz de cuidarse por ella misma. Desde entonces ha vivido bajo la tutela de su padre, sin embargo, parece lejos de la recuperación pues el pasado mes de abril sufrió una recaída por la que tuvo que volver a un centro psiquiátrico.